Lou Marini, minutos antes de la entrevista con Periódico de Ibiza y Formentera.

The Original Blues Brothers Band aterrizó ayer en Ibiza con motivo del 50º aniversario de Pacha y para celebrarlo ofrecieron un potente concierto en la Flower Power de anoche en el que no faltaron clásicos como Soul man o Everybody needs somebody to love. Gracias a esto, PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA tuvo ayer la ocasión de mantener una cálida charla con uno de sus miembros originales y quien, quizás, es uno de los mejores músicos de jazz, Lou Marini.

—¿Es la primera vez que tocáis en Ibiza?
—No, la segunda vez. Hace muchos años atrás, a principios de los noventa, estuvimos aquí con los Blues Brothers. Fue en el año 89, 90 o 91.

—¿Recuerda dónde fue y cómo fue el concierto?
—No...[risas] sólo recuerdo gente con trajes un poco increíbles y una chica holandesa increíblemente bonita, es lo único que recuerdo … [risas].

—En la era del dj, ¿cómo sobrevive una banda de música en vivo?
—Esta banda estuvo siempre llena de energía y mucha alegría. El domingo por la noche estuvimos tocando en Winchester, Inglaterra, entre Arrested Develpoment y Sublime, y el público era muy joven pero la banda «mató»; dos acordes bastaron para que toda la gente empezara a cantar todas las canciones. Los Blues Brothers todavía están muy vivos.

—¿Esto tiene que ver con la ‘música real'?
—Sí, es la acústica. Tres cantantes súper fuertes, dos guitarras, tres vientos... Es una banda natural.

—¿Cuál ha sido el peor y el mejor momento de la banda en todos estos años?
—El mejor momento es ahora, siempre es ahora. Tenemos muchos recuerdos fantásticos porque desde el año 78 Steve Crooper y yo hemos dado millones de conciertos. En junio hemos estado dos semanas en Japón, mañana partimos a Génova, Alemania, Noruega...

—¡Cuanta energía después de tantos años sobre el escenario!
—Sí. Toco también con James Taylor y nuestra gira terminó dos días antes en Boston; en sus conciertos tengo muchos cambios de instrumento, desde clarinete, saxo, flauta... pero con los Blues Brothers, desde el primer momento, es todo pura energía con el saxo. Después de las primeras canciones muchas veces me duele el estómago, pero todos nos unimos en el escenario como si fuéramos uno.

—¿Es posible recuperarse con conciertos prácticamente cada día?
—¡Sí! Siempre decimos que nunca nos produce dolor tocar música sino viajar, llegar a los hoteles y esperar que las habitaciones estén listas por todo lo que tenemos que hacer antes de subir al escenario. Tocamos por la alegría que nos produce hacer música juntos y por cómo lo disfrutamos. La audiencia siempre ama nuestra banda. Steve y yo siempre decimos que si alguien en 1978 nos hubiera dicho que en 2017 seguiríamos tocando juntos hubiéramos pensado que estaba loco [risas]. Pero aún nos seguimos divirtiendo.

—Ha tocado con muchísimos artistas famosos. ¿Con cuál le hubiera gustado hacerlo y no pudo?
—Dos veces he estado tocando el saxo principal para Frank Sinatra; grabamos los recursos pero en ese momento él enfermó, así que nunca pude tocar con él. Me hubiera encantado poder hacerlo porque fue el gran cantante de todos los tiempos. Hay algunos otros con los que me hubiera gustado tocar pero... hace unos días alguien se acercó para que le firmara un álbum de Marilyn Mccoo y Billy Davis -los chicos de ‘Up in the way and my beautiful balloon...', (canta)- y allí había un solo de saxo mío y no lo recordaba en absoluto. Y en la hermosa canción de Lou Reed Something about Sally toco el saxo en ella y tampoco lo recordaba. También siempre quise tocar junto a Elvin Jones, el famoso baterista de jazz... pero estoy contento porque siempre he tocado con grandes músicos.

—¿Qué os hace diferentes de otras bandas en la era digital?
—Nosotros tocamos música acústica sin efectos de ningún tipo. De hecho, en octubre saldrá un nuevo cd en que el que contamos también con grandes artistas. Creemos que es un gran cd en vivo, grabado en estudio pero no tiene arreglos; es todo en vivo con lo que nosotros mismos ponemos en cada canción. La clave está en que hacemos música en directo. La clave está en que es en vivo, pero está vivo, es el producto de ese segundo de nuestras sensaciones, por eso cambia cada noche y cada vez que las tocamos.

—¿Qué otros proyectos tiene para el resto del año?
—También toco en otra fabulosa banda de Nashville, Tennessee, con Linda Carte (Wonderwoman) formada por grandes músicos y con un repertorio muy divertido; tengo con ellos una docena de conciertos en septiembre y octubre. En abril, mayo y junio otra serie de concierto con James Taylor. Y también estoy trabajando en un cd propio... Y estaré la semana próxima en Madrid con mis amigos de Red House, llevamos ya 9 años y me encanta esa banda porque lo pasamos muy bien.