El bar Sa Qüestió se llenó para asistir a la clase magistral del músico, que en 2013 fue reconocido como Mejor Músico de Jazz Europeo. | Daniel Espinosa

La voz profunda de Jorge Pardo comenzó a narrar su propia historia, pero no lo hizo sola, sino acompañada del ritmo –que marca con el pie– y de sus palmas. A esto se le sumaron después las notas musicales que improvisó con su flauta para redondear la figura del renombrado artista, reconocido como Mejor Músico de Jazz Europeo en 2013. Así empezó su primera master class en Sa Qüestió, compartiendo su experiencia, su motivación, su proceso creativo y de aprendizaje musical. Enfatizando sobre todo la importancia de descubrirse a uno mismo.

«Cualquiera tiene un artista dentro, hay que estar atento a lo que te sucede y no sólo aprender de lo de fuera sino también de lo que uno lleva dentro». Habló de la experiencia y de la importancia de aprender de los maestros, pero también de dar rienda suelta a nuestra propia personalidad, para que seamos valientes y saquemos nuestra visión de artistas. Todo es importante en el proceso, aunque subrayó el «aprendizaje y el compromiso con uno mismo» como algo fundamental, y el hecho de «tener swing», como una necesidad.

Se expresó con ritmo, el mismo que le nace de dentro y del que se ha impregnado a lo largo de su carrera al tener la suerte de rodearse desde bien joven de los más grandes del flamenco, Paco de Lucía y Camarón, entre otros. Aunque desde que empezó con 14 años en la música ya se sintió atraído, también, por la libertad que el jazz le da al intérprete, por eso, no vio inconveniente en fusionarlos: «Las fronteras entre estilos están muy difuminadas. De todas maneras, es una casualidad que mezcle ambos, propiciada por el momento social intenso que se vivía en España cuando comencé. Soy de una generación que tenía ganas de cambiar cosas».

Una generación que continúa pisando fuerte, a pesar del tiempo que lleva sobre los escenarios, y que volvió a tocar por la noche ante el público ibicenco en Can Ventosa, junto a músicos de la isla entre los que estuvo el percusionista Luis Amador, en un encuentro más íntimo que la última vez que pisó la isla con el Eivissa Jazz. «Gracias a Amador hemos podido traer a Eivissa a un músico de la talla de Pardo, primero para dar esta master class y luego el concierto», explicó Gianfranco Chiacchio, propietario de Sa Qüestió, local que junto a un grupo de músicos ha creado este ciclo musical titulado Qüestió de Música. «Hemos visto que el nivel de músicos en la isla es medio-alto y que necesitan un empuje por parte de artistas que vengan de la península, para tener también una motivación. Por eso, traemos sólo a un músico y no a su banda entera, la intención es que toque aquí con músicos ibicencos. Questió de Música continuará organizando otros encuentros; el próximo el 30 de junio con Pablo Maldonado.