La violinista británica Vanessa Mae, que adoptó el apellido de su padre, Vanankorn, y cambió de nacionalidad para representar a Tailandia en los pasados Juegos de Sochi, ha sido suspendida por la Federación Internacional de Esquí (FIS) durante cuatro años por amañar los resultados que le permitieron ser olímpica.
Junto a ella, han recibido sanciones de entre uno y dos años un delegado técnico italiano y cuatro oficiales eslovenos por participar en el engaño.
Según la FIS, en enero de este año se organizaron en Eslovenia cuatro eslalons gigantes femeninos a petición de Vanankorn, con el único objetivo de que la violinista, muy aficionada al esquí, obtuviese los puntos necesarios para clasificarse para los Juegos de Invierno.
Entre los 500 primeros del ránking mundial de esquí no había representantes tailandeses y, según la normativa, los países en esa situación pueden proponer un esquiador y una esquiadora siempre que cumplan una serie de condiciones, que fueron las que Vanankorn consiguió gracias a las competiciones en Eslovenia.
La FIS ha encontrado todo tipo de irregularidades en las pruebas, desde esquiadoras que tomaron la salida fuera de la zona oficial hasta la clasificación de una participante que se había caído, pasando por falsificación de tiempos y resultados. Además, las condiciones meteorológicas eran tan adversas que las carreras nunca debieron haberse disputado.
Los eslovenos sancionados son un jefe de carrera (dos años), un jefe de cronometraje, un árbitro y un oficial de salida (un año, como el delegado técnico italiano).
Vanessa Vanankorn terminó la última, en el puesto 67, en el eslalon gigante de los Juegos, a más de 50 segundos de la campeona olímpica, la eslovena Tina Maze.
Como violinista, Vanessa Mae, de 36 años y nacida en Singapur, ha vendido millones de álbumes en todo el mundo.
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