Gehry había llegado minutos antes a Oviedo, donde este viernes recogerá de manos del Rey Felipe VI el Premio Príncipe de las Artes 2014, galardón que le fue concedido como autor de una obra «virtuosa e innovadora» que, al margen de su excelencia estética, incluye edificios como el Museo Guggenheim de Bilbao.
Tras marcarse unos pases de baile al ritmo de las gaitas con las que fue recibido en el Hotel de la Reconquista, el arquitecto ofreció una rueda de prensa en la que reaccionó con enfado a las primeras preguntas que se le hicieron, actitud por la que se disculpó después y que achacó al aturdimiento provocado por el viaje.
«Me ha pillado descolocado y tuve esa reacción», dijo señalando al periodista que le había preguntado sobre la arquitectura espectáculo, no sin antes pedir que les dejasen hacer su trabajo en paz, que él no pide a nadie que le contrate, que no tiene publicistas ni agentes y que sólo hace lo que le piden clientes que sienten respeto por el arte al que se dedica.
Previamente, había asegurado que «en el mundo en que vivimos, el 98 por ciento de los edificios que hacen son pura mierda, son malditos edificios sin sensación, ni sentido del diseño, ni respeto por la Humanidad».
En su opinión, hay muy poca gente capaz de hacer algo relevante en este campo y solo, de vez en cuando, «algunas personas hacen algo especial».
Nacido en Toronto en 1929, pero con nacionalidad estadounidense, donde reside desde los 15 años, Gehry ha afirmado que a sus 85 años sigue adorando su trabajo como arquitecto, pero que no puede decir cuál de todas sus obras es su preferida.
Al igual que un padre no puede decir cuál de sus hijos es al que más quiere, este vanguardista ha asegurado que nunca ha sabido ni sabe cuál es su edificio preferido.
«En Bilbao experimenté una sensación fantástica con la ciudad», ha precisado al referirse a la construcción del Guggenheim, con un presupuesto muy modesto, pero que ha originado unos beneficios tremendos.
En su opinión, hay edificios que por sí solos son capaces de marcar diferencias en una ciudad, como pasó con su obra de Bilbao, una de las primeras que hizo en Europa, con el Ópera de Sidney, o en su día, con el Partenón de Atenas.
El Guggenheim cambió una «ciudad triste» con una industria del acero y un puerto en declive por otra en la que los vecinos se sienten orgullosos y se consiguió, según Gehry, «con un precio muy modesto y nada pomposo».
El creador del Museo Aeroespacial de California (1982-1984), que le valió ya en 1989 el Premio Pritzker, es el sexto arquitecto que recibe el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.
Gehry inaugurará la exposición «Sobre el terreno» que la Fundación Príncipe ha organizado en homenaje a su obra en la LABoral Centro de Arte de Gijón, donde también participará en un debate con su colega Rafael Moneo, Príncipe de las Artes 2012, sobre el futuro de la arquitectura.
17 comentarios
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Ja voldriem tenir, a Palma, un edifici del Sr. Gehry. Malauradament, no hem timgut, amb els arquitectes, l'encert de Bilbao. A certa edat, hom pot comprendre que es diguin paraules un poc excessives.
¿qué opina de aquellos que consideran que sus obras no pasan de ser arquitectura espectáculo? Pregunta borde respuesta sincera... fin.
Señor Gehry, en efecto hay mala práctica de arquitectura como hay mala ingeniería, mala práctica médica, mala docencia , etc.... Ahora bien descalificar al total de profesionales es algo irresponsable y muestra mucha ignorancia y poca asertividad. Pocos cuentan con el favor de los Estados, el presupuesto ilimitado, los plazos temporales inexistentes y la ausencia de respwto hacia la normativa urbanística vigente. Usted, que pocas horas dedica al estudio del entorno donde ubica sus edificios y menos a su creación en su estudio donde 60 arquitectos, nóveles la gran mayoría, le realizan el trabajo a partir de los trazos indefinidos en papel que crea indistintamwnte de que se trate de un museo o un macetero, no puede menospreciar el trabajo de los que , en su inmensa mayoría, trabajan en el sector residencial, con presupuesto limitado y con normativa limitadora y espacio limitados.
Totalmente de acuerdo especialmente la arquitectura pública, donde los arquitectos aprovechan para atentar y defecar con la inmunidad de la administración. Ver Teatre Xesc Fortesa, biblioteca Can Sales, o el paupérrimo Palau de Congressos.
Basta ver el edificio del parque de bomberos ( mal farit) de Palma. Una auténtica cagada.Una construcción de la época de Matas. En donde se robo mucho dinero.
El 98% de lo que se construye es residencial. Un mal diseño es el que no cumple su función y las casas deben ser prácticas, accesibles y sostenibles y por lo que le tengo visto al Sr. Gehry él no es capaz de eso. No todo el mundo tiene dinero y arrestos para vivir en una casa escultura. Prefiero vivir en mi adosado corriente que no necesita un alpinista para limpiar una ventana torcida que no puedo abrir y que vale menos que entrar en el estudio del Sr. Gehry y decir buenos días. La estética es esencial pero los negacionistas de la belleza del diseño práctico y simple que cumple su función son insufribles. Pensad en una Palma con todos los edificios hechos por este señor. Yo no digo que lo que tenemos sea maravilloso, pero por lo menos lo podemos casi pagar y vivir. Y el Guggenheim me gusta, pero como escultura.
Comparto lo que dicen otros aquí sobre Palma. Toda la zona del Eixample es un rotundo fracaso. Aceras tan estrechas que ni siquiera una pareja puede caminar lado a lado, todo sucio, fachadas sin encante, fincas-torre feas y gigantes, balcones enanos proyectados a calles en vez de dar al tranquilo interior. Interiores de asfalto llenos de la basura que tira la gente de arriba cuando los interiores podrían ser zonas verdes de acceso a todo el vecindario de la finca con sus propios parkings de bicis. Vayan al norte de Europa y aprendan.
Si se pasa por Cataluña dirá el 99.9%.
No hace falta ser arquitecto para darse cuenta!! basta con visitar Palma! exceptuando el casco histórico el resto deja bastante que desear (empezando por el Edificio de GESA ¿catalogado BIC? nada más y nada menos en primera línea de mar) saludos
Lo que si es un maleducado, posiblemente se siente divino. Menudo capullo.