Cristina Ferrer retrata las Pitiüses en su primera exposición individual

Titulada Ibiza y Formentera, la exposición está compuesta por trece obras de gran formato pintadas al óleo que viajan desde los retratos de mujeres vestidas de payesa hasta detalles arquitectónicos, como son los faros de la Mola y Cap de Barbaria en Formentera o un detalle del monumento de Vara de Rey en Eivissa.

«Me he involucrado mucho con estos cuadros y los he pintado con el corazón», afirma Ferrer al referirse a su serie, al mismo tiempo que recuerda sus raíces ibicencas y el hecho de que su abuela materna vistiera de payesa (una indumentaria que se repite en muchos de sus cuadros) o que su abuelo materno fuera el folclorista Pep Planells. Pero siendo Eivissa su tierra ha querido incluir también a Formentera en su exposición. «Adoro Formentera y, por ejemplo, he pintado sus dos faros principales, que me parecen muy enigmáticos». En uno de esos cuadros el faro aparece en un primer plano, un encuadre con el que Ferrer busca «causar un poco el efecto hiptnótico que tiene cuando lo ves en directo».