El último capítulo del brigada Bevilacqua y la sargento Chamorro, del escritor Lorenzo Silva (Madrid, 1966), ha merecido el 61 Premio Planeta, dotado con 601.000 euros, que se entregó ayer por la noche en el Palau de Congressos de Catalunya, en Barcelona. La novela finalista fue La vida imaginaria de Mara Torres (Madrid 1974).
La galardonada, titulada La marca del meridiano, está ambientada en la España actual y describe un extraño crimen que llevará a los investigadores tras la pista de un caso con derivaciones éticas y emocionales. Es la historia de hombres que cruzaron una raya que les separaba del cumplimiento del deber. Lorenzo Silva empezó la serie detectivesca, protagonizada por dos guardias civiles, con El lejano país de los estanques (Destino), ambientada en Mallorca y con la que obtuvo el Premio Ojo Crítico en el año 1998. La marca del meridiano será la séptima obra de la saga.
Silva, que participó el pasado agosto en un curso internacional de novela negra que tuvo lugar en Pollença, declaró en Mallorca para el diario Ultima Hora que «mi pareja de guardias civiles no está en la unidad adecuada, pertenecen a homicidios, pero me divertiría mucho si investigaran a Urdangarín», y apuntó que «los equivalentes de Chamorro y Bevilacqua ya lo han investigado, como otros casos de corrupción notorios, y es de justicia destacar el trabajo que han hecho jugándose sus carreras».
No es la primera vez que el escritor madrileño consigue un premio importante con sus dos personajes Bevilacqua y Virginia Chamorro. En la trayectoria literaria del autor madrileño destaca la novela El alquimista impaciente, premio Nadal del año 2000 y segunda entrega de la pareja de guardias civiles. El director Manuel Martín Cuenca versionó para el cine La flaqueza del bolchevique, novela con la que había sido finalista del Nadal en 1997. Autor de del grupo Planeta, Silva publicó en 2004, junto a Marta Cerezales y Miguel Ángel Moreta, La puerta de los vientos, una antología de narradores marroquíes contemporáneos. Dos años después, y con Luis Miguel Francisco, editó un libro reportaje sobre la intervención del ejército español en Irak, titulado Y al final de la guerra.
Por otra parte, Mara Torres fue premiada con 150.250 euros en condición de finalista por una historia de amor titulada La vida imaginaria. El jurado del Premio lo integraron Alberto Blecua, Ángeles Caso, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Emili Rosales. La ceremonia de entrega del premio Planeta estuvo precedida de una cena en la que coincidieron, en la misma mesa, el ministro de Cultura José Ignacio Wert; el presidente de la Generalitat, Artur Mas; el conseller catalán de Cultura, Ferran Mascarell, y el editor José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta. El encuentro entre Wert y Mas, enfrentados en los últimos días desde que el ministro declarara que «había que españolizar a los alumnos catalanes» concentró las miradas de los asistentes.
11 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
Lorenzo Silva no sobrepassarà mai els Messieurs Merimée i Bizet. El guàrdia civil mític serà sempre el "Don José" de l'òpera "Carmen", llevat que es tracti d'un carbiner, ho he de verificar.
Y como la lectura es el mejor refugio y los sabios te aconsejan que leas cada día los mismos libros, como lees los mismos periódicos, que es la literatura de urgencia, con errores, fe de errata y rectificaciones posteriores.Un libro es como llevar un jardín en el bolsillo.Y hay libros que piensan y libros que te hacen pensar y en la lectura es seguro que no te van a incomodar o interrumpir.En la lectura algunos se olvidan de pensar, debemos advertir.EL BUEN LIBRO, DE LAS PENAS ES ALIVIO.Como proclamaba ardiente Federico García Lorca, el más grande poeta, odiado por los machotes republicanos y nacionales:La poesía no quiere adeptos, quiere amantes.El escritor consagrado no busca el lector...prefiere a los relectores que son sus mejores críticos.
Y si no me dedicara a escribir 30 comentarios diarios en cuatro periódicos ya tendría escritas dos obras tituladas Crónicas mallorquinas de los amores pasajeros (Almodóvar me ha plagiado en Internet) y MI PRENSA LINDA Y QUERIDA, que así empieza:La prensa te habla silenciosa y te penetra placentera el alma con sus palabras insonoras.(Prefiero hacer comentarios en Internet.Prometo).
Y los lectores que también escribimos, con más de medio siglo sabiendo lo que leemos, recordamos en prensa (ABC) a César González Ruano, a quien se le llamaba maestro, y que osado ya pasaba sus vacaciones en Sitges, icono gay durante el franquismo. Umbral despreciaba a BAROJA (con saña), Galdós, Pérez Reverte, Muñoz Molina...otro era su género, el artículo o columna en la prensa...en cambio releía a Miró...que empleaba un castellano rico...y fue relegado por Ortega y Gasset, que lo descalificó.Umbral fue un gran escritor...pero no fue novelista.VAMOS A DAR EL MÉTODO PARA ESCRIBIR UNA NOVELA:primero hay que escribirla mal, con situaciones y personajes; lo segundo es concordar y coordinar, para que no queden cabos sueltos, completar, enriquecer el léxico apropiado...y el último paso consiste en corregir el estilo para que la novela tenga cuerpo y alma original.(Así lo hace Juan Eslava Galán).Cela y Umbral se dedicaban a escribir dos folios diarios y a pulirlos hasta la exageración.Al final, Umbral,cometía adrede redundancias.Las mejores novelas de Cela y Umbral, para abreviar solo cito una, fueron La colmena y Mortal y rosa.El académico Cela y el columnista Umbral no tuvieron titulaciones académicas, que fue uno de sus complejos en vida.
El fallecido patriarca Lara, españolista, bailarín de Celia Gámez, franquista, periquito, que llevaba pistola en la sobaquera, cantaba las verdades del barquero y le dijo a Cela y Umbral, por ejemplo, que no eran novelistas, años antes.A Umbral le tuvieron que advertir que en una novela premio Fernando Lara, que aparecía un fusilado que en otro pasaje moría ejecutado a garrote vil...a Cela que por una ciudad que cita en La familia de Pascual Duarte nunca había pasado el tren como narra el futuro premio Nobel.El premio Planeta tiene un truco que muchos no saben (está en las bases)que de los primeros 425000 y 125000 ejemplares (1º y 2º)los autores no devengan comisiones o ingresos.(Camilo José Cela fue embaucado por Lara y hasta la muerte lamentó este plagio para obtener el Planeta...por adelantado concedido).
Sempre hi ha hagut conflicte entre art minoritari i art més divulgatiu. Vendre 1 milió d'exemplars no garanteix sempre que el llibre sigui bo, emperò tampoc que hagi de ser dolent. També els grups de música, de vegades contestaris, van a la recerca del seu Grial,és a dir el "top ten" i el "disc d'or".
Disiento con el comentario de Provocatore: el premio Planeta ya llevaba años chapoteando en el más absoluto desprestigio, mucho antes del premio a Cela (en realidad fue un encargo de la editorial y luego fingieron el protocolo del premio)En los años 70 los premios planeta entraron en barrena premiando unos centones de cuartillas embadurnados de mediocridad. Valor literario cero. La puntilla a los Planeta se la dieron recientemente con aquel amaño de "Las mujeres que hay en mí", de na M'rie de la Pau nostra. El premio se ha convertido en una especie de paria que se paga generalmente a periodistas de medio pelo, como estos dos que nos ocupan. Ya el argumento me parece de lo menos original, porque no deja de ser un remedo de "Plinio", aquel personaje novelado por García Pavón hace varias décadas... Penosa una vez más la astracanada del Planeta. Descanse en Paz el añorado premio del gran Lara...
Volvemos a la España del blanco y negro,misa de domingo,toros y futbol,tricornios y peinetas,curas y monjas,caspa mucha caspa por la gracia de Dios.
Desde que Camilo José Cela ganara en 1994 el Planeta con La cruz de San Andrés, el premio cayó en el descrédito. Premiaron un plagio, según sentencia.La primera vez que Planeta vendió un millón de libros fue con Los cipreses creen en Dios, presumía el patriarca Lara.
Aquí pagam més i rebem manco. Té solució i passa per retirar el vot al pp i al psoE.