El arte urbano. El graffiti vivido en directo en el Passeig de ses Fonts de la mano de los artistas Zosen y Mina Hamada, mientras en Sant Josep se prepara la inauguración en Can Jeroni, esta tarde a las ocho, de la exposición de la fotógrafa estadounidense Martha Cooper, precisamente una de las primeras personas que le dio visibilidad a esta expresión artística en la ya lejana década de los setenta. Acción en Sant Antoni y memoria en Sant Josep. Esta es la riqueza del Bloop Festival, que vive la primera de las siete semanas en las que recorrerá la isla de la mano de cuatro decenas de artistas, dispuestos a dejar su impronta en la Isla.
Martha Cooper nació en Baltimore, pero reside, cómo no, en Nueva York. Su afición por la fotografía le llegó debido al negocio familiar. Considerada por la crítica como una de las principales responsables de elevar a la categoría de arte el graffiti y el hip hop y su estética, en su haber figuran dos libros imprescindibles para entender el nacimiento del fenómeno: The Hip Hop Files y Subway Art.
Diplomada en Arte a los diecinueve años de edad, poco después formó parte de los Cuerpos de Paz estadounidenses en Tailandia, donde dio clases de inglés como voluntaria y regresó desde Bangkok hasta Londres en motocicleta. Con un título de Antropología en Oxford bajo el brazo, regresó a EE UU para trabajar en diversos periódicos, como el New York Post, desde el que descubrió el mundo del graffiti. Tal y como relataba ella misma en una entrevista el pasado año, su trabajo la llevaba a buscar fotografías de crónica y recorría una y otra vez el Lower East Side de Manhattan fotografiando a los niños jugando. Hasta el día en el que uno de ellos le enseñó su bloc de dibujo y le dijo que practicaba para pintar su nombre en la pared. Ya no hubo marcha atrás. Cooper acababa de descubrir un mundo que ya no la ha abandonado.
Y tanto es así, que su estancia en Eivissa no se limita al mero hecho de presentar una exposición, sino que también documentará parte de todo lo que ocurra en el Bloop Festival.
Pero la memoria viva de Cooper comparte escena con la acción directa del arte, representada ayer por la presencia de Zosen y Mina Hamada en el Passeig de ses Fonts para pintar un mural conjuntamente, una labor que no pasó desapercibida para muchos de los residentes y turistas que paseaban por el lugar durante la jornada de ayer. El lugar escogido por los organizadores para la intervención de esta pareja de artistas es la caseta que hay junto al parque infantil y la oficina de información turística al inicio del Passeig.
1 comentario
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Desde luego hay verdaderos artistas en esto del graffiti. Los hay de espectaculares y retratistas que hacen unos rostros perfectos que casi son mejores que los originales. Lo que sobran son las mamarrachadas que nos hacen por doquier, un buen graffiti queda bien pero que todas las paredes esten mamarrachadas y con pinturas que no veien a cuento (nombres, publicidad etc) sobran. Da pena ver la valla del Colegi de Sa Colomina, Campo de Futbol de Can Canto, Campos de Can Misses, Antigua delegacion del gobierno,Sa Bodega, Parc de La pau y Reina Sofia publicidad de un DJ en edificio de sindicatos etc. El Ajuntament no esta ni se le espera y permite que toda Eivissa este pintarrejeada. Lo dicho, hay graffitis que son obras de arte, otros mejor taparlos con pintura.