El actor, que será incinerado mañana en el cementerio de la Almudena, llevaba ingresado varios días en la madrileña Clínica de la Luz debido a una insuficiencia respiratoria.
Protagonista de películas como «Tapas», «Una abuelita de antes de la guerra», «Filomena Marturano» o «Zorrita Martínez», Alberto Manuel Rodríguez Gallego González de Mendoza, bonaerense del barrio de Belgrano y pionero entre los argentinos que triunfaron en las tablas españolas, nació el 21 de enero de 1923.
Socio número 136 de AISGE -entidad que le otorgó su Premio Actúa a toda su trayectoria profesional en 2009-, De Mendoza despuntó en los años sesenta como uno de los grandes galanes del cine español, con Carmen Sevilla o Sarita Montiel como compañeras de romances en la gran pantalla.
El 1 de diciembre pasado había estrenado con gran éxito en Buenos Aires su último trabajo, el abuelo machista protagonista de «La mala verdad», una cinta de Miguel Ángel Roca que en el último Festival de Málaga le valió el premio al mejor actor en la sección iberoamericana.
Actor principal y de reparto en más de 190 películas, las nuevas generaciones le redescubrieron por su entrañable papel de abuelito en «Tapas», «un papel simpático y cortito», como decía él.
Sus hijos, Belén y Fabián (psicóloga y publicista, de profesiones), le recordaban esta mañana como «un hombre apasionado, temperamental, enamorado de su trabajo», según la nota de AISGE.
Alberto de Mendoza, que había compartido cartel con Alberto Closas, Jack Palance, Irene Papas o Peter Cushing, iba a rodar una teleserie de 13 capítulos para la televisión argentina y en verano confiaba en estrenar «Las brujas de Salem» en los escenarios bonaerenses.
Hijo de andaluz y vasca, huérfano a los cinco años, al pequeño Alberto de Mendoza «le mandaron a vivir» a Madrid, en donde se enamoró del séptimo arte en las butacas del Cine Argüelles y del teatro, cuando se colaba a ver las zarzuelas en el Teatro Lara, recuerda AISGE.
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Grandes actores que se nos van. Gracias por tus interpretaciones ¡Descanse en paz!