A sus 28 años, la ibicenca Melinda Miguel Andres ha desarrollado ya una extraordinaria trayectoria musical como intérprete, pedagoga e investigadora; de la que a buen seguro su abuelo (el malogrado y polifacético músico suizo-ibicenco Raymond Andres) se sentiría muy orgulloso. Desde hace dos años Melinda trabaja en Londres como profesora y solicitada intérprete de violoncelo; talento que demostró el pasado domingo en Can Ventosa como solista invitada al Concert de Nadal de la Orquestra Simfònica Ciutat d'Eivissa, interpretando el Concierto para violoncelo y orquesta de Schumann; su primera experiencia como solista única con orquesta, aunque no en trío solista. «La experiencia me encantó; y estaba en casa, aunque un poco nerviosa, porque impone tocar ante tanta gente que te conoce», apuntó ayer Miguel Andres a este periódico añadiendo: «Es un concierto muy difícil, con un papel muy protagonistas para el violoncelo, y tuvimos sólo dos ensayos; pero la orquesta y Manolo se portaron de forma fenomenal».
Pocos ensayos, un viaje bien complicado desde un Londres bajo cero, cansancio, nervios y muchos sentimientos revueltos dentro. «Manolo y yo pensamos mucho en mi abuelo (miembro de la Simfònica durante varios años). Fueron momentos muy emotivos; y estoy segura de que él nos estaba viendo y disfrutando», aseguró Melinda, quien el próximo junio se casará en su isla con un holandés. «Después de nueve años en Holanda, me traje lo mejor del país», valoró con orgullo la novia.
Tras los pasos del abuelo
Profesionalmente, Melinda Miguel lo tiene claro: «Sigo los pasos de mi abuelo, aunque no en composición, no es mi prioridad; quizás sí como arreglista. Me gusta muchísimo la investigación, la musicología y la pedagogía; sobre todo, trabajar con gente joven que me necesita», precisó esta profesora de 60 alumnos, que está estudiando para enseñar también música con el método japonés Suzuky, para niños a partir de los tres años, «que aprenden como si estuvieran jugando».
Tampoco le falta trabajo como intérprete. «Toco bastante; es compatible y trabajo muchísimo. En Londres la vida es bastante dura, pero tienes muchas oportunidades, por lo que pienso seguir allí por el momento», aseguró.
Algo que sorprende en su trayectoria es su pasión por el tango. «Creo que viene de mis abuelos; de jóvenes tenían un dúo de acordeonistas; mi abuelo escribió un tango y los tocaban en casa. Es una música que me gusta muchísimo; también el barroco, pero el tango es mi debilidad», apuntó. Y ya tiene experiencia al respecto, hasta tocando con la orquesta del Conservatorio de Rotterdam en el Festival de Buenos Aires; y haciendo amistad con José Bragato, chelista y copista de Piazzolla, el genio de este género, sobre el que Melinda Miguel ha escrito un Método para interpretar su música que publicará en breve.
Destellos de su trayectoria
Melinda Miguel Andres estudió música en el Conservatorio del Liceo de Barcelona, en el de Rotterdam y en la Royal Academic of Music de Londres. En 2010 obtuvo el Master in Performance and Research con distinción de Excelente por la Universidad de Londres. Su proyecto sobre la música de Piazzolla ha recibido grandes elogios. Durante su paso por la Royal Academic of Music fue galardonada con varios premios, como el Greenwich Award, el Banco de Santander Award, David Taylor Trust Award y el Leverhulme Trust Award. La melómana ibicenca ha formado parte de varias formaciones de cámara y participado en prestigiosos festivales internacionales.
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