José Edo inaugura una muestra con la «mayorías de obras de tema ibicenco»

José Edo es de Castellón y reside en Eivissa desde hace 50 años. «Vine para jugar en el Ibiza el año que ascendimos a tercera. Antes había jugado en el Burriana y en el Villarreal. Después trabajé 20 años en un taxi que me regaló mi suegro, y más tarde tuve una tienda por San Telmo por otros 20 años», apuntó resumiendo su trayectoria,

Ciudadano ejemplar

En su charla con este periódico, Edo recordó algunos episodios de su vida que revelan su bonhomía natural: «Cuando jugaba en el Ibiza había tres trofeos: al mejor jugador, al máximo goleador y al mejor comportamiento, que me lo dieron a mí. Y como taxista, me concedieron la Medalla al Mérito Turístico, porque he hecho un montón de favores a mucha gente»; incluidos la devolución de alguna cartera y joyas olvidadas en el taxi.

En cuanto a su interés por el arte, «es de toda la vida. A los 12 años tuve un profesor, pero por poco tiempo, porque a los 14 tuve que dejar la escuela para ir a trabajar de alfarero», señaló, apuntando que cuando se jubiló sus hijos le pagaron un mes de clases con un profesor de pintura (Orlando Herrera), con quien estuvo un año y medio. «Le estoy muy agradecido, porque se portó muy bien conmigo», valoró, precisando que pinta desde hace 12 años («sólo cuando me apetece, porque es un hobby») y ha expuesto dos veces en Ebusus; «vendiéndolo casi todo, porque los precios que pongo son muy razonables», subrayó, recordando que donará parte de los beneficios de la muestra a la lucha local contra el cáncer.