Toni Vidal el pasado martes durante la presentación de la muestra. | EVA GOMEZ

Hasta el próximo 9 de septiembre estará abierta al público en el claustro del Ayuntamiento de Eivissa una exposición de fotografías de Toni Vidal (1934, Es Castell, Menorca) titulada Una mirada enrere. Eivissa als inicis dels anys setanta. Como complemento, el Consistorio ibicenco, con la colaboración del Institut d'Estudis Baleàrics (IEB), ha publicado en la editorial Mediterrània con el número 3 de la Col·lecció Mirador, un volumen con las 75 fotografías de la muestra, acompañadas por 27 poemas de Isidor Marí, más textos de Ana Colomar, responsable del Arxiu d'Imatge, y Vicent Marí Costa, licenciado en Història, quien ha fijado las imágenes en el contexto social y humano de 1971.
El reportaje de Vidal fue un encargo del Col·legi d'Arquitectes de Catalunya que estaba inédito hasta ahora. Según explica Ana Colomar en su texto, «seducido por la isla, sus lugares y su gente, la cámara de Toni Vidal no paró de encuadrar y disparar. Captó imágenes del puerto de Eivissa, de las calles de la Marina, de los rincones de sa Penya, de las casas payesas, de las vanguardias arquitectónicas, del campo, de los payeses y artesanos y de algunos personajes conocidos. Entre éstos, podemos entretener nuestra mirada con el posado tranquilo y sereno del canonge arxiver Isidor Macabich, el semblante graciosamente severo del dibujante Antoni Marí Ribas Portmany, el pintor Vicent Calbet buceando entre sus propios cuadros o el ceramista Antoni Mari Frigoles inmerso en sus labores de alfarero».
«El valor artístico de estas imágenes conjuga a la perfección con su carácter documental. Nos invita a su contemplación con una mezcla de nostalgia, recuerdo, incredulidad o sorpresa, según el observador; pero también nos ofrece una reflexión sobre la transformación acelerada de la isla en las cuatro últimas décadas (...) Las imágenes de Toni Vidal valen, pues, como documento y arte, o como arte y documento para reflejar una Eivissa cambiada. En conjunto, una buena oportunidad para volver a disfrutar de una isla y un tiempo pasado. Pues el tiempo es así», resume en su texto Ana Colomar.