JULIO HERRANZ

En la próxima edición del Supermercat de l'Art, Jacques Dupuy presentará un adelanto de la exposición que está preparando sobre las casas payesas de Eivissa. «Como arquitecto que soy, estos 'palacios payeses', como les llamó mi amigo Philip Rothier, no me podían dejar indiferente, pues son muy hermosas», apuntó a este periódico el arquitecto, marinero viajero y pintor francés residente en la isla desde los 80, aunque la conocía y frecuentaba desde los 60. Un cambio temático en la paleta de Dupuy, más conocida hasta ahora por sus pinturas de barcos y marinas. «Pintar las casas me produce más paz. Los barcos son mucho más difíciles, porque siempre están en movimiento, pues no me gusta dibujarlos fondeados en un puerto».

Hasta ahora lleva pintados unos 35, aunque al Supermercat de l'Art llevará sólo una parte de ellos. «Llevo trabajando en ellos unos ocho meses. Será la primera vez que los presente en público; y necesitaré más o menos un año para preparar la exposición. Mi intención es pintar unos 50 cuadros», precisó Dupuy, quien dedica el proyecto a unos payeses amigos suyos de Sant Miquel, ya fallecidos. «También es un regalo a la isla, para que la gente recuerde cómo eran estas viejas y bonitas casas. Como una aportación particular a la memoria arquitectónica histórica, si quieres».

Hasta algunas ruinas

En la selección de casas payesas que Jacques Dupuy ha incluido para su proyecto pictórico figuran algunas conocidas, como Can Guimó (Sant Josep), Can Gall (Benirràs) o Can Mussonet (Balafia). Pero también ha elegido «algunas casas que no están restauradas, como Can Serra (Sant Vicent); e incluso otras que son auténticas ruinas; y las he dibujado como fueron en su tiempo cuando eran guapas y arregladas. Digamos que he hecho una recreación virtual artística, algo a lo que ha ayudado mi condición de arquitecto», precisó.

Asimismo, en La razón por la que Jacques Dupuy y su esposa decidieron instalarse en Eivissa en 1986 fue «porque queríamos cambiar de vida. Tenemos una pequeña casa en Sant Miquel y he conocido a toda la gente de la zona. Entonces tenían otra mentalidad, era muy agradable. Vivía con ellos como si fuese mi familia, como me pasa ahora en Thailandia, donde en los últimos años pasamos el invierno. Es igual que antes Eivissa. Allí todos mis amigos son pescadores y me han construido un barco», señaló el artista, que, no obstante, cree que «la isla no ha cambiado tanto, pues aún se pueden encontrar sitios muy bonitos donde no hay nadie; aunque lo que sí ha cambiado bastante es el ambiente».

El pasado año Jacques Dupuy publicó A tire-d'aile, una especie de autobiografía (de momento, sólo en francés), cuya segunda parte está dedicada sobre todo a su vida en Eivissa; «que descubrí en el 66, pero no como hippy, sino como arquitecto que venía aquí a pescar. Los hippies no me interesaban. Con experiencias tan intensas como la historia del barco que construimos en Cala Jondal, las relaciones, los amigos...», contó entonces el artista.