JULIO HERRANZ

El centro cultural de Can Ventosa acogerá a las 21,30 horas del próximo martes la representación de La vida por delante, una obra del francés Romain Gary, con Concha Velasco de protagonista (Madame Rosa) y bajo la dirección de otro grande de la escena española, Josep Maria Pou. Completan el reparto Rubèn de Eguia (Momo), Carles Canut (Doctor Katz) y José Luis Fernández (Youssef Kadir). Uno de los montajes de la última temporada más celebrados por la crítica y el público, que supone un verdadero tour de force para la popular y versátil actriz, que da vida a una vieja prostituta parisina en un ambiente marginal. El precio de la entrada es de 25 euros, pero ya quedan pocas disponibles, pues la Velasco tiene mucho tirón entre los aficionados de la isla.

La vida por delante es una tierna historia marginal contada a través de los ojos de Momo, un niño árabe que vive en la pensión de la señora Rosa, una vieja ex prostituta judía, superviviente de Auschwitz, que acoge a hijos descarriados en un suburbio de París. El texto describe un sórdido mosaico humano en el que Momo realiza su aprendizaje vital, denunciando desde su registro adolescente el racismo y el materialismo, a la vez que hace una reflexión sobre la vejez, la soledad y la eutanasia.

Un texto laureado

La vie devant soi (título original), novela con la que Romain Gary (1914-1980) ganó el prestigioso Premio Goncourt en 1975 bajo el seudónimo de Émile Ajar, sorprende por su plena vigencia y por sus toques de ironía, ingenuidad y amor. La versión cinematográfica de la novela (Madame Rosa), protagonizada por Simone Signoret, consiguió en 1977 el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Josep Maria Pou ha partido de la adaptación teatral que recientemente ha triunfado en Francia y que en el año 2008 mereció tres premios Molière: mejor espectáculo de teatro privado, mejor actriz para Myriam Boyer y mejor adaptación teatral para Xavier Jaillard.

Un texto aplaudido, tanto en su formato original como en sus adaptaciones cinematográfica y teatral, de un autor que se suicidó en su apartamento de París. El hecho de que Gary (escritor y diplomático) fuera el autor de La vie devant soi no trascendió hasta después de su muerte, en una burla final a los críticos que habían menospreciado su obra y en cambio elogiaron esta novela.

Como ha señalado Pou: «La vida sobre el escenario; en pequeñas dosis, a modo de ilustraciones; leves pinceladas impresionistas, viejas fotografías de colores desvaídos por el paso del tiempo, pero en las cuales reconocemos aquí y ahora una realidad social todavía presente sobre la soledad, la necesidad de compañía, la tolerancia y el entendimiento por encima de todo».

Cuando Momo, el adolescente co-protagonista de La vida por delante, quiere consolar a su protectora (Concha Velasco) preocupada por el alcance de su enfermedad, le contesta, «Es la vida, Madame Rosa, sólo es la vida».

Como ha apuntado Josep Maria Pou, director del montaje: «Dos vidas -dos hogueras- que se encuentran y se cruzan en dirección contraria: una que se apaga lentamente, cansada de luchar contra el viento de la historia, los años y el deterioro, y otra que se aviva con la rabia provocada por la falta de respuesta a tantas preguntas».

E insiste Pou: «Dos biografías: una con la maleta llena de recuerdos y pesadillas, y otra tan ligera de equipaje que convierte esa levedad en una carga mucho más pesada. Y todo expuesto de manera sencilla, con humor y ternura a partes iguales». «Es la vida, Madame Rosa».