JULIO HERRANZ

El centro cultural de Can Ventosa acogerá a las 21,30 horas de este sábado 3 de octubre y a las 20,00 horas del domingo 4 la representación de La tortuga de Darwin, de Juan Mayorga, dirigida por Ernesto Caballero y con Carmen Machi como protagonista, Una singular fábula que cuenta la historia del devastador siglo XX a través de 'Harriet', la tortuga gigante que Charles Darwin transportó en el 'Beagle' desde el archipiélago de las Galápagos hasta el puerto inglés de Falmouth. Tortuga a la que encarna la popular actriz de Aida.

Se trata de una coproducción del Teatro El Cruce y el Teatro La Abadía, que desde su estreno hace casi dos años no ha parado de recibir elogiosas críticas a la par que ha llenado los teatros de medio país. Completan el elenco José Luis Alcobendas, Susana Hernández y Daniel Moreno. El precio de la entrada es de 25 euros.

El autor de La tortuga de Darwin especula en su obra sobre un futurible que podría haberle sucedido a 'Harriet', quien disfrutó de una vida bastante tranquila en el jardín del científico inglés: «Yo la imagine escapando de allí, arrastrándose hasta la agitada Londres y luego cruzando el Canal de la Mancha para, en el continente, proseguir un viaje que duraría hasta hoy», apuntó.

Evolución

Juan Mayorga ha contado que para desarrollar su idea, pensó en una tortuga «de casi 200 años que ha sobrevivido a 11 papas y a 35 presidentes norteamericanos, a dos guerras mundiales, a la Revolución de Octubre y a la Perestroika. Un animal que, habiendo tenido que adaptarse una y otra vez a las más diversas circunstancias, ha evolucionado hasta ser casi una persona, o hasta ser algo más que una persona», precisó el autor, satisfecho de la dirección que Ernesto Caballero ha realizado de su texto, agradecido asimismo a los «magníficos actores, por el talento con que han puesto en pie la extravagante historia de una señora que, además de concha, lleva encima dos siglo de Europa».

Por su parte, Caballero ha explicado que en La tortuga de Darwin «resuenan ecos de Kafka, Ionesco y Bulgakov», a través de un personaje «que nos hace emprender un vertiginoso viaje por el espacio y por el tiempo como una suerte de chamán capaz de instalarnos en otro ámbito perceptivo desde donde nos es dado contemplar, condensados, múltiples y determinantes acontecimientos».

Un trabajo original y con una puesta en escena poco convencional y a ratos inquietante, que pretende ahondar en el terreno de lo alegórico y lo fabuloso, «y que nos ha llevado a idear como espacio de representación un gran terrario en el que cohabitan los personajes de la obra con algunos de los inopinados dirigentes que han protagonizado el lado más ominoso de nuestra historia reciente».

La crítica de La tortuga de Darwin ha destacado el papel de su protagonista con notables elogios: «Hay que ser Carmen Machi, despojada del nefasto sello de las series televisivas, para dar cuerpo a esa tortuga adormilada en ocasiones y vivísima otras, que tras conocer a los humanos desea volver con sus congéneres». En un texto en el que no faltan los momentos realmente divertidos e ingeniosos.