Una de las obras de su nueva exposición.

JULIO HERRANZ

A partir de mañana estará a la venta en la isla el libro Jussara y la magia de Ibiza, un trabajo de Ingolf Scola que, a través de la mirada de escritores, periodistas y críticos, ofrece una retrospectiva de la obra de la artista brasileña residente en la zona de Sant Josep desde hace 30 años; junto a su marido, Gastáo Heberle, responsable de la galería Berri de Sant Agustí, espacio al que este asesor financiero alemán residente en Eivissa desde hace cinco años dedicó en 2007 otra monografía. El volumen, en edición trilingüe (catalán, castellano y alemán) y profusamente ilustrado con obras representativas y emblemáticas de la producción de la artista, ha contado con el apoyo del Consell d'Eivissa, el Ayuntamiento de Sant Josep y la Fundación Abel Matutes. Un libro de hermosa factura estética que será presentado el 15 de octubre en la Feria del Libro de Frankfurt.

Además de ofrecer una retrospectiva sobre tres décadas de creación de Jussara, el volumen también presenta un diálogo creativo entre su obra y textos afines de autores ibicencos y extranjeros; recupera textos críticos e informativos de la prensa local y permite al lector «experimentar (de nuevo) algo de la magia y belleza de la islas», según se punta en la contraportada.

A modo de homenaje

Jussara y la magia de Ibiza, un trabajo en el que Scola ha invertido un considerable esfuerzo de búsqueda y preparación, aparece cuando la artista entra en su sexta década y viene a ser un homenaje a esta singular pintora enamorada de una Eivissa más onírica que real, que interpreta con cierta ironía amable. «Considero al ibicenco el pueblo más maravilloso que conozco, de una calidad humana incomparable... Eivissa sigue siendo un paraíso», confiesa Jussara en la obra sobre este espacio mediterráneo.

En la Introducción, Scola apunta que para la pintora, Eivissa es «una isla pequeña, graciosa, campesina, colorista, mágica, femenina, poética, romántica, llena de humor; todo un encanto mágico». Y el crítico e investigador Miguel Àngel González señala en el Prólogo que Jussara «utiliza la vida rural como pretexto para expresar sus vivencias, emociones y querencias, su visión de una realidad deseable. No pinta la realidad como es sino como podría ser, como la imagina, como la sueña. Jussara pinta la Utopía. De ahí el uso que la pintora hace de símbolos, mitos, metáforas y quimeras», valora González, autor de sendas obras sobre los artistas ibicencos Vicent Ferrer Guasch y Antonio Hormigo.

La galería Berri de Sant Agustí acogerá a partir de las 20,00 horas de este sábado 15 la inauguración de una exposición de pinturas de Jussara, que estará abierta al público hasta el 4 de septiembre. Una cita habitual la de la pintora brasileña residente en Eivissa la mayor parte del año (desde hace 30) con este recoleto y entrañable espacio artístico de la plaza de la iglesia que regenta su marido, Gastáo Heberle.

En conjunto, serán unas 30 obras de su última producción las que conforman la nueva entrega creativa de Jussara. «Por primera vez ha hecho una serie de cuadros bastante grandes, para lo que suele ser el tamaño habitual de sus obras. Cuadros de un metro por un metro y así; doce telas de considerable dimensiones para la forma que tiene ella de trabajar, que es muy detallista», precisó Heberle ayer a este periódico.

Con otra novedad para los muchos admiradores de la sugerente obra de Jussara: «También por primera vez ha hecho una serie de veinte acuarelas pequeñitas, casi tamaño de postal; como si fuesen aguadas, más o menos, con un poco de color y un estilo muy suelto. Ha trabajado muchísimo, sí», resumió.