La curiosidad y el interés por las artes plásticas, han llevado a Paco Alba a desarrollar también su creatividad en la escultura en barro de pieza única, en colaboración con Guillem Morales.

JULIO HERRANZ

«Es la primera exposición que hago solo; y estoy muy ilusionado, porque adoramos este sitio, que poquito a poco está haciendo cosas muy interesantes». Con estas palabras, Paco Alba resumió a este periódico su alegría por dar a conocer su pintura individual en es Magatzem de Can Jordi, donde estará colgada hasta el próximo 18 de julio. «He puesto pocos porque es un espacio pequeño, pero muy mono. Más que una exposición parece que hemos decorado la sala», añadió con coquetería este singular y polifacético personaje, extremeño de origen, peluquero de profesión y residente en Eivissa desde 1976.

Pero, desde luego, su relación con el arte viene ya de lejos; trasunto de su relación con el escultor y pintor Guillem Morales. «Llevamos 35 años juntos, y soy el aprendiz, porque no sabía nada de arte. Digamos que soy un poquito autodidacta y aprendo de él. Desde que le conozco tengo un pincel en la mano. También me ha enseñado a hacer esculturas al barro; y flipa conmigo, dice que modelo que alucina. Ahora vivo de hacer cerámicas, unas payesas en pieza única, que también las firma Guillem, porque el artista era él, pero ahora todo eso lo hago yo. Digamos que creativamente formamos un tándem; y a veces hemos expuesto juntos», explicó con vehemencia y algo atropelladamente .

«Quedé conmovida»

Ruth Matutes, coordinadora de las exposiciones de Can Jordi, se siente satisfecha de haber 'descubierto' la pintura individual de Paco Alba: «A pesar de sentir cierta reticencia hacia las representaciones de budas, elefantes y demás clichés orientalistas, reconozco que quedé conmovida cuando Paco me abrió las puertas de su estudio. En su obra, la intuición, la espontaneidad, lo visceral, aquello que surge de la raíz de sus emociones, estalla en pinceladas controladas y a su vez rabiosas que nos remiten a las obras expresionistas abstracta de principios del siglo pasado», ha escrito sobre unas obras que son el resultado del viaje que Alba realizó a Argentina, India y Bali en compañía de Guillem Morales y Bienvenido Primo.

Y Matutes añade este perfil de su singular biografía: «Nacido casualmente en Extremadura, hijo de cómicos, Paco Alba ha tenido contacto con distintas manifestaciones artísticas desde la cercanía de su entorno familiar y social. En los años 80 desarrolló entre Munich e Eivissa su carrera profesional como estilista y decorador. Su lenguaje plástico, caracterizado por la experimentación, ofrece una obra personal que funde su formación autodidacta con las diversas disciplinas que ha explotado».

Curioso, disciplinado y con clara voluntad de ir avanzando en sus conocimientos plásticos, Alba señaló que «el gusto por el arte pueda que me venga también porque soy hijo de actores, de cómicos». Interés que, en su opinión, puede tener también otro origen: «La decoración. Yo empecé con esto porque me encanta decorar. Cuando me pongo cambio la casa de un tirón. Pero no me dedicó a eso profesionalmente». Sino que está entregado a la causa artística. «Sí, en el fondo vivo de hacer las payesas, sinceramente. Son preciosas. Y de las Meninas piezas única», precisó con cierto orgullo. Payesas y Meninas que la pareja presenta regularmente en las ferias madrileñas de Intergift y Almoneda.

En cuanto a proyectos 'familiares', Paco Alba apuntó que «Miguel Àngel (Guillem Morales) ahora quiere empezar a pintar. «Él hizo Bellas Artes y es muy buen pintor, pero más figurativo que yo». Además, están preparando su participación en la próxima Almoneda, que se celebrará la próxima primavera. «Eso será lo próximo; y yo le ayudo, colaboramos los dos», insistió.