J. HERRANZ

El centro cultural de Can Ventosa acogerá hoy sábado una doble propuesta de la compañía Gelabert-Azzopardi titulada Un día con el público, un proyecto que el reconocido bailarín y coreógrafo catalán lleva desarrollando desde hace un año y medio con notable éxito por distintos escenarios. La primera parte (19,30 horas) consistirá en una clase para unos 30 aficionados no profesionales; y la segunda (21,30 horas), será el espectáculo en sí, dividido a su vez en dos partes: en la primera, Gelabert con cinco bailarines de su compañía presentarán fragmentos de algunos de sus últimos trabajos; «algo así como mostrar al espectador la cocina interior de nuestro trabajo», apuntó ayer en la presentación; mientras que en la segunda parte montarán el esbozo de una coreografía de media hora a partir de las peticiones y comentarios del público.

Gelabert señaló que para él «el público es lo más importante»; lo consideró «inteligente» y manifestó hacía él «un respeto sagrado». En cuanto a la expresión de su arte, precisó; «Considero que la danza es un sueño compartido con un estado de vigilia»; una manifestación artística «ancestral», que en las clases para no profesionales de Un día con el público trabaja a partir del símbolo de una cuadriga; buscando trabajar la imaginación, la fantasía y la emoción «para poner en danza los 280 huesos que tenemos en el cuerpo y moverlos como si fueran el conjunto de instrumentos de una orquesta», explicó.

Cesc Gelabert estuvo acompañado en su charla con los medios de la isla por el director de Can Ventosa, Carles Fabregat, quien destacó que el Ayuntamiento de Eivissa «se siente orgulloso» de poder traer por segunda vez a la compañía Gelabert-Azzopardi. Y el bailarín y coreógrafo agradeció la respuesta del público por lo que tiene de compromiso para mantener vivo este arte.