Las puertas del Portal Nou están «bien conservadas y con los tratamientos adecuados» en unas dependencias municipales de patrimonio. Fotos: I. G. RUIZ

JULIO HERRANZ

A diferencia de las puertas del Portal de ses Taules, las que había en el Portal Nou fueron retiradas tras la reciente restauración, realizada según marca el Plan Director de las Murallas de Dalt Vila, supervisado por su director, el arquitecto Fernando Cobos. Se quitaron porque durante la restauración «se descubrieron una serie de elementos del siglo XVI, que una vez bien documentados, se pudo reconstruir cómo era originalmente», apuntó ayer a este periódico la arqueóloga del Ayuntamiento de Eivissa, Rosa Gurrea. En la que había, «posiblemente del siglo XIX, no tenemos las fechas absolutas aún, se redujo el vano de entrada, se taparon los sillares y las dovelas del arco original y colocaron unas puertas de madera. No sabemos si toman las existentes y las adaptan al nuevo hueco o las traen de otros sitio», añadió.

Debido a su mal estado, las puertas, que se habían quemado en 1996, estuvieron quitadas unos cinco años y fueron colocadas de nuevo en 1999 tras una serie de tratamientos para recuperarlas «todo lo que se pudo». Desde entonces habían sufrido diferentes actos vandálicos y habían absorbido mucha humedad, «porque el corredor del Portal Nou es muy húmedo». Actualmente, «están bien conservadas y con los tratamientos adecuados» en unas dependencias municipales por Can Misses. «Lo que no se descarta es la posibilidad de hacer un estudio de cómo era la puerta original de madera del siglo XVI para el tipo de arco que ha quedado ahora, con análisis comparativos con otras puertas de otras ciudadelas, y volver a colocar unas hoja de madera».

Una posibilidad a la que no se le ha puesto fecha, por lo que, de momento, el Portal Nou seguirá como está ahora. «Tenemos que tener en cuenta que Dalt Vila es una ciudadela y el tipo de puertas que tienen son muy especiales. No son puertas de garzones de dos hojas que se abren y un porticón, porque entonces la seguridad de la ciudadela sería nula», valoró la técnica de arqueología del Consistorio ibicenco, quien desde la puesta en marcha del ambicioso y complejo Plan Director de las Murallas ha controlado todo el proceso.