J. HERRANZ

El espacio cultural Sa Punta des Molí acogerá a las 19,30 horas de hoy viernes una charla de Germán G. Lama sobre Fotoperiodismo en el marco del Mes de la Fotografía, que, organizada por el Ayuntamiento de Sant Antoni, se desarrollará hasta el 6 de junio. «No será una charla académica, sino más bien una visión particular de la profesión», apuntó ayer Lama, fotógrafo de este periódico, añadiendo este perfil sobre los méritos que a su juicio debe tener un fotoperiodista: «Se requiere talento, pues las condiciones en las que se trabaja no suelen ser las idóneas. La luz es la que hay, vas con prisas y a veces tratan de impedirte tu trabajo. También es importante tener una cabeza fría, una buena dosis de ética profesional y algo de forma física».

Ampliando el sentido ético de su profesión, Lama apuntó que «el objetivo del fotoperiodista es el ojo del ciudadano que no estuvo en la noticia. Esa es nuestra responsabilidad y la de todos aquellos que deben facilitar nuestra labor. Pues quien nos pone trabas, se los pone a la sociedad, que necesita la información para ser más libre y crítica con lo que ocurre». En este sentido, consideró: «Cualquier ley o impedimento que se oponga a la labor de un periodista traza una línea muy fina desde la que se puede pasar a la ocultación de información con fines bastardos».

Por sobrada experiencia al respecto, el veterano fotógrafo ibicenco destacó asimismo otra cualidad recomendable para el fotógrafo de prensa: «Debe mantener una cierta distancia con lo que está observando, pero a la vez es inevitable y contraproducente no interactuar con lo que se fotografía. Por lo tanto es importante saber mantener un equilibrio para que tu trabajo no pierda objetividad, pero tampoco hay que tomar imágenes huecas y sin vida que dejen al observador sin una parte importante de la información visual necesaria».

Lama abordará en su charla de esta tarde las facetas más llamativas de la profesión, como el controvertido tema de los paparazzi; y defenderá la importancia en el periodismo de la imagen; que «debe conservar el rigor de la estética fotográfica (luz, encuadre, nitidez...). Más aún si se piensa en la mala calidad del soporte sobre el que se va a mostrar. Aquí se crean conflictos entre redactores y fotógrafos, pues los primeros siempre quieren las fotos más ilustrativas de lo que ellos cuentan en su artículo; cuando los segundos prefieren la foto mejor», concluyó.