Aspecto original de la Casa Broner, ubicada al pie del baluarte de Santa Llúcia, en el barrio de Sa Penya de Eivissa.

JULIO HERRANZ

El concejal de Habitatge i Nucli Històric del Ayuntamiento de Eivissa, Marc Costa, anunció ayer que ya se han iniciado las obras de rehabilitación de la Casa Broner, en el barrio de sa Penya, adjudicadas por un presupuesto de 293.446 euros, con un periodo de ejecución de seis meses. Costa destacó que se ha recibido una subvención del 80 por ciento del presupuesto por parte de la Conselleria d'Habitatge del Govern balear y recordó que el objetivo de la reforma del edificio construido por el arquitecto y pintor alemán es mantener el espíritu original de del inmueble, que albergará la Fundación Broner.

El inmueble es propiedad del Ayuntamiento de Eivissa desde 2004 por cesión de la viuda del artista, Gisela Broner. Fue construida en 1959 por su marido, creador junto a Erwin Bechtold del Grupo Ibiza 59, a partir de una construcción de 1900. En su restauración colaborará el Col·legi d'Arquitectes, siguiendo el proyecto de los arquitectos catalanas Isabel Feliu y Raimon Ollé, ganadores del concurso convocado al efecto por el Consistorio ibicenco.

Marc Costa está seguro de que la Fundación Broner revalorizará la zona de sa Penya, tan degradada en los últimos tiempos. «Desde luego que la fundación contribuirá a poner en valor la zona; junto con el Centro Artesanal o polivalente, con el proyecto de rehabilitación de la Plaza de sa Pedrera, bajando a sa Peixateria y llegando al Mercat Vell.

Según el proyecto de Feliu y Ollé, la Fundación Broner contará con un espacio museístico polivalente para exposiciones y actos culturales, un archivo y una serie de servicios adaptados. Su objetivo es que la Casa Broner recupere su estado original, conocido a través de planos y fotografías antiguas. Todas las puertas, ventanas, suelos y demás elementos serán rehechos con material original. Las barandillas serán de tronco de savina, y para el suelo se utilizará el mismo pavimento cerámico del original. En el caso del mobiliario, se intentará rehabilitar el existente y hasta reconstruir, en la medida de lo posible y según las fotografías, los muebles desaparecidos. Además, se enjardinará la zona alrededor de la casa según la documentación del proyecto original.

En cuanto a la distribución de espacios, se propone ubicar la oficina en la planta inferior. El archivo estará diseminado por toda la superficie del nivel superior del inmueble. Respecto al espacio museístico, ocupará todo el edificio. Según los planos, la casa del creador alemán, ubicada al pie del baluarte de Santa Llúcia, tiene unos 174 metros cuadrados de superficie construida y 172 metros de superficie exterior.

Por otra parte, ya está casi concluida la labor de restauración que se está llevando a cabo del material del despacho del Broner arquitecto, formado por un buen número de planos, croquis, dibujos, fotografías y libros. Material legado al Col·legi d'Arquitectes, cuya intención es montar un Archivo Broner que pueda se consultado por internet. Iniciativa que tendría como complemento una exposición sobre las distintas facetas creativas del polifacético artista y su relación con la Eivissa de la época. Iniciativa en la que colaborarán también varios arquitectos de Barcelona.

Erwin Broner nació en Munich en 1898 en el seno de una familia burguesa de origen judío y creció en un ambiente en el que la cultura ocupaba un lugar destacado. En 1933 emigro a Suiza a causa del avance imparable del nacional-socialismo de Adolf Hitler, iniciando entonces la búsqueda de un lugar donde vivir, que le condujo por primera vez a Eivissa, isla que le impresionó gratamente desde el primer momento, como un flechazo.

Broner no volvería a la isla hasta 1952, ya casado con Gisela y con nacionalidad norteamericana; permaneciendo aquí hasta 1956, salvo el tiempo que pasó en París trabajando en el mundo del cine. Pero la isla había calado hondo en la pareja; por su paisaje, su clima, las amistades (artistas por un lado e ibicencos por otros, dos colectivos con los que Erwin y Gisela Broner fraternizaban encantados). Así que, tras un paréntesis de vuelta en Estados Unidos para no perder la nacionalidad norteamericana, el 1 de marzo de 1959 el creador polifacético y su señora volvieron de nuevo a Eivissa, donde se quedaron definitivamente. Él murió en 1971 y ella le sobrevivió hasta mayo de 2005.

La dedicación de Broner a la pintura se expresó sobre todo a través del reconocido Grupo Ibiza 59, del que este año se celebra el cincuentenario de su fundación, precisamente por el arquitecto-pintor y por Erwin Bechtold; un colectivo vanguardista fundamental para que Eivissa entrara en la nómina europea del arte contemporáneo.