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La galardonada actriz Natasha Richardson, integrante de la dinastía actoral británica Redgrave, murió el miércoles a los 45 años tras sufrir graves heridas en un accidente de esquí en Canadá a principios de la semana. Estaba hospitalizada en Nueva York desde el martes, acompañada de su marido, el actor Liam Neeson, sus dos hijos Michael, de 13 años, y Daniel Jack, de 12, y miembros directos de su familia.

Richardson siguió los pasos de su madre, la ganadora del Oscar Vanessa Redgrave, y de su padre, el director de cine Tony Richardson, en una carrera teatral y cinematográfica desarrollada en Inglaterra y Estados Unidos. Ganó un premio Tony en Broadway por interpretar a Sally Bowles en el musical Cabaret.

Natasha Richardson había nacido en Londres el 11 de mayo de 1963 y se educó en la prestigiosa Central School of Speech and Drama de Londres. Era reconocida mundialmente por sus papeles en el cine que incluyeron a la madre de una joven Lindsay Lohan en The Parent Trap de 1998 y por su papel en la comedia romántica de Jennifer Lopez Maid in Manhattan.

Pero principalmente fue una actriz de teatro, tanto el Londres como en Nueva York. En 1986 se ganó un premio en Londres a la mejor debutante por su actuación en The Seagull, donde participó junto a su madre, y en 1998 obtuvo un Tony por el musical Cabaret. Su último papel fue como la dura directora de una escuela en la comedia adolescente del 2008 Wild Child.

Richardson conoció a Neeson en el set del drama de Jodie Foster Nell. La pareja se casó en julio de 1994. Antes estuvo casada dos años con Robert Fox.