J. HERRANZ

Tras publicar en 2004 Memoria tras la cámara. Cincuenta años de un cine español, libro en el que resume su vida profesional de largo recorrido, Antonio Isasi-Isasmendi acaba de publicar en la editorial Aguilar Los días grises. Memoria de un niño de la guerra. Dedicada «A mi madre, ser maravilloso...», la obra recuerda la infancia del cineasta madrileño afincado en Eivissa durante la Guerra Civil, pasada en Barcelona; abarcando un periodo que va de 1936 a 1945.

Como se apunta en la contraportada del volumen del director de El perro, «junto a sus hermosas palabras, llenas de emoción y experiencia, rememoramos en su compañía los pequeños avatares que constituyen el tejido de la vida y que alcanzan toda su profundidad en la escalera de casa, en la esquina del barrio, en el rostro de los vecinos, en la ropa íntima femenina colgada en los tendederos del patio o en los juegos eróticos con una niña en el rellano».

Los días grises se abren con un breve prólogo de su amigo Manuel Vicent en el que, entre otras cosas, el escritor valenciano señala sobre el cineasta: «Antonio Isasi ha hecho películas de éxito con factura internacional, alejadas de la caspa hispana. Ahora, cuando aquel oficio ha hecho historia, se ha sentado en un sillón de mimbre en una terraza frente al mar de Ibiza y se ha puesto a recordar en medio de un intenso azul que le corona el presente aquellos días grises de la guerra que están en el recuerdo. Todo el mundo tiene derecho a su memoria. Para uno mismo toda memoria siempre es histórica. Antonio Isasi ha creído que era bueno manifestar la suya propia aunque sólo sea para convertir la nostalgia en melancolía; la imaginación del pasado, en la belleza de un tiempo recobrado (...) Después de tantas calamidades, un placer», concluye Vicent.