Humberto Quagliata durante el concierto que ofreció ayer en el auditorio de Can Ventosa. Foto: MARCO TORRES

JULIO HERRANZ

El auditorio de Can Ventosa acogió ayer un concierto de Humberto Quagliata (Montevideo, 1955) con un programa dedicado a autores españoles del siglo XX, y como homenaje al malogrado pianista Pedro Espinosa. Velada que abrió el Cicle d'hivern-primavera que organiza el Patronat Municipal de Música con el patrocinio del Ayuntamiento de Eivissa. «Hace unos años ya estuve en la isla en un concierto en Sa Nostra», apuntó ayer el reconocido pianista uruguayo a este periódico, añadiendo que conoció a Pedro Espinosa, «un gran pianista español y gran difusor de la música española del siglo XX».

Quagliata explicó que el programa de la velada era «una especie de muestra del piano español del siglo XX a través de autores de varias generaciones (Mompou, Stefani, Díez, Marco y Balboa). De la misma manera que la literatura o las artes plásticas del siglo XX se conocen bien, la música de este siglo suele ser la menos atendida por parte del público en general. Por eso creo que son muy importantes estos conciertos de difusión para que el público sepa que existen compositores más allá de los históricos, pues se sigue haciendo música».

Humberto Quagliata debutó a los 10 años en la radio-televisión uruguaya, con gran éxito de crítica y público, siendo el inicio de una brillante carrera internacional que le ha llevado a los cinco continentes, donde ha dado más de 2.000 conciertos. Entre los reconocimientos que tiene, figuran, entre otros, el Primer Premio del Concurso de Juventudes Musicales, que ganó con 17 años, obteniendo al año siguiente el Magisterio de Piano. En 1995 recibió de manos del Rey Juan Carlos el título de Caballero de la Orden del Mérito Civil. Ha grabado varios discos, solo o con orquesta; y frecuentemente, compositores escriben especialmente para él, dedicándole sus obras.

Pero no fue un 'niño prodigio'. «No, no; no quiero asumir esa responsabilidad de ninguna manera. Fui un niño muy bien encaminado, algo que es muy importante. Desde muy pequeño estudie piano por voluntad propia; no fui el típico chico al que los padres le ponen a estudiar un instrumento. Ellos fueron muy inteligentes y me pusieron en buenas manos desde muy pequeño, lo que hizo que tuviese una formación de base muy consolidada desde los inicios de la carrera», precisó el pianista. Entre sus profesores destaca «el afamado Hugo Balzo, que trabajó con personalidades como Falla, Ravel, Stravinsky, Kachaturian... Y desde pequeño se me inculcó prestar atención a la música que se componía en el presente», precisó Quagliata, quien encontró «muy decoroso» el piano de Can Ventosa.