Can Portmany, construido por 'Campos' en los años 30, fue declarado BIC en 2003.

JULIO HERRANZ

El alcalde de Sant Antoni, José Sala, recibió ayer por parte del Govern balear las llaves de la primera fase del centro socio-cultural Can Portmany de Sant Rafael, inaugurado el 2 de mayo de 2007 por los entonces presidente del Consell, Pere Palau, y el conseller de Turisme del Govern, Joan Flaquer. Entrega de llaves que corrió a cargo del gerente de Inestur (órgano de la Conselleria de Turisme), Toni Oliver, quien disculpó la ausencia del conseller de Turisme, Miquel Nadal, por razones de agenda.

El inmueble, adquirido hace más de dos legislaturas por el Govern gracias a la eco-tasa, fue cedido al Consistorio de Portmany para un uso de cinco años; plazo que contará a partir de ahora, descontando los casi dos años de retraso en la entrega «por motivos ajenos a nuestra voluntad», precisó Oliver, quien apuntó: «Para llegar aquí se ha demostrado que la voluntad de todas las fuerzas políticas de Balears han hecho posible que la entrega de esta primera fase sea por fin hoy una realidad para mejorar la calidad de vida de la gente de Sant Rafel y de todos los ibicencos».

Por su parte, José Sala señaló que lo que el Ayuntamiento de Sant Antoni pide al Govern, «y en ello está de acuerdo el Consell, es que se haga la segunda fase, complementaria de esta y por lo menos tan importante, que acogerá un pequeño auditorio de 86 plazas y una biblioteca. Es un proyecto que ya existía, que tenía licencia y había sido presentado a los medios. Esperemos que pronto se encuentren los fondos necesarios para completar un proyecto que sin la segunda fase queda cojo, partido por la mitad».

El alcalde informó que, «sin precisar la fecha, se hará una programación cultural más o menos regular a través de la Concejalía de Cultura, para la que pedimos la colaboración de otras instituciones», públicas y privadas. Además, Can Portmany acogerá «una oficina de atención al ciudadano y un registro de entradas del Ayuntamiento que abrirá al menos dos horas cada día. Aún no hay muebles y se necesitan unos días para ponerlo en marcha, pero, como muy tarde, este servicio comenzará en febrero», precisó José Sala, añadiendo que la policía local, «que tiene su sede en el edificio polivalente, también trasladará su despacho aquí».

En cuanto a las razones del gran retraso en la entrega y de por qué no se ha puesto en marcha la segunda fase del proyecto, tanto Sala como Oliver comentaron que cuando salió a concurso quedó desierto, porque no se presentó ninguna empresa interesada a realizarlo por el presupuesto estipulado, 419.640 euros. «Esa partida ya no existe, pero sí el interés del Govern para que se realice finalmente la segunda fase; así que a partir de aquí intentaremos encontrar de nuevo la forma de financiar el proyecto», precisó el gerente de Inestur.

Quien no se mostró tan de acuerdo con las explicaciones conciliadoras de los políticos fue el presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Rafel, Juanjo Cardona, quien (como muchos otros) no acaba de entender las razones del retraso entre la inauguración en mayo de 2007 de la primera fase del centro Can Portmany a toda prisa electoral y la entrega de llaves que tuvo lugar ayer. Y menos aún que, por dos años consecutivos y a pesar de la insistencia, se le denegara a los vecinos de Sant Rafel la posibilidad de utilizar durante las fiestas del pueblo el espacio habilitado de la primera fase del centro socio-cultural para acoger varias iniciativas que habían presentado distintas asociaciones, como una exposición de fotografías antiguas, una muestra de cerámica o de instrumentos antiguos, entre otras.