J. HERRANZ

El Museo del Puig des Molins acogió ayer la última conferencia de las XXIII Jornades d'Arqueologia Feniciopúnica, organizadas por el Museu Arqueològic de Eivissa y Formentera. El protagonista de la velada fue Fernando Quesada Sanz, profesor de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, quien hablo de Los cartagineses: unos marinos y comerciantes muy dotados y organizados para la guerra.

En su exposición, Quesada Sanz explicó que la imagen de la sociedad cartaginesa «como hábiles comerciantes que tejieron una compleja red comercial por el Mediterráneo no debe oscurecer algunos hechos indudables que la investigación viene poniendo a la luz». Así, Cartago «fue tan capaz de recurrir a la guerra como cualquier otra sociedad de la época, desde el siglo VIII a.C. y hasta su destrucción en el 146 a.C. No se puede presentar a los cartagineses como un pueblo de taimados y pérfidos mercaderes, pero tampoco como una sociedad de pacíficos comerciantes».

Se comportó como una polis de tipo mediterráneo, dotándose militarmente de instituciones no bien conocidas, pero que implicaron a los ciudadanos libres como una milicia urbana destinada a defender la ciudad. «Sin embargo, también es cierto que Cartago desarrolló, en especial a partir de las guerras de Sicilia en el siglo IV a.C., una serie de peculiaridades en su ordenamiento militar, particularmente por su peso específico creciente, junto con el de la 'helesnistización de su generalato, apareciendo oficiales carismáticos, de los que un buen ejemplo es Aníbal»; un personaje con aura de leyenda en Eivissa.