Una escena de 'Pisa la raya', de la compañía Pikor Teatro.

JULIO HERRANZ

El auditorio de Cas Serres acogerá el próximo lunes 17 dos representación de Pisa la raya, un espectáculo en clave de comedia del grupo alavés Pikor Teatro sobre el uso y abuso de las drogas por parte de los jóvenes. La sesión matinal (11,30 horas) está dirigida a los alumnos de instituto, mientras que la de la tarde (19,30 horas) será abierta para el público en general.

La iniciativa, que durante la próxima semana visitará también Mallorca y Menorca, ha sido organizada por la Conselleria de Salut i Consum del Govern balear con la colaboración del Consell d'Eivissa y del de Formentera. La entrada es gratuita.

Según explican en la web de Pikor Teatro, Pisa la raya «va de drogas, del problema de las drogas, de unas y otras. Aquí el que no corre vuela, sálvese quién pueda, y éso, desafortunadamente, no nos lo enseñaron en la escuela». Un montaje que «de una manera divertida y a través de diferentes skechts recreamos situaciones habituales entre los jóvenes: la primera vez que se prueba una 'droga', la presión del grupo en el consumo de drogas de moda, la excitación y el temor de la transgresión, las drogas como evasión de la realidad, el consumo compulsivo que caracteriza los hábitos juveniles...».

Un espectáculo que se acerca a los jóvenes a través de la comicidad y el absurdo, utilizando un lenguaje directo, reflejando personajes variados y bien contrastados. «Una propuesta divertida y fresca para facilitar que la responsabilidad y la capacidad crítica de cada cual sean los ejes de una política efectiva de prevención de las drogodependencias».

Espectáculo itinerante

Dirigida por Miguel Olmeda, Pisa la raya fue estrenada en enero del pasado año en Vitoria (Àlava); con subvención de la Dirección de Drogodependencias del Gobierno vasco y el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM), del Ministerio de Cultura. Desde entonces ha sido presentada en numerosos escenarios de toda España. Un espectáculo en cuyo programa figura esta reflexión que Julio Cortázar escribió en sus Historias de cronopios y de famas: «Cuando los cronopios cantan sus canciones preferidas, se entusiasman de tal manera que con frecuencia se dejan atropellar por camiones y ciclistas, se caen por la ventana y pierden lo que llevan en los bolsillos y hasta la cuenta de los días».

La compañía Pikor Teatro se formó en 1980 con actores que habían trabajado activamente desde 1983 en otros colectivos profesionales de Euskadi; presentando sus trabajos en diferentes festivales de España, Italia, Holanda, Alemania y América latina. «Nuestra actividad se ha concentrado en la producción de espectáculos de calle y de sala caracterizados por una misma búsqueda: la comicidad y la relación con el público».

Los objetivos de Pikor Teatro son la producción e investigación teatral, así como la organización de experiencias teatrales de intercambio entre profesionales de las distintas artes escénicas. «Una parte importante de la actividad de nuestra compañía se centra en el desarrollo de una pedagogía sobre los lenguajes del Teatro de Calle y sobre el trabajo físico y gestual del actor; disciplinas que conocemos bien por experiencia propia», apuntan en la web.