La cuarta entrega del XXXIV Curs Eivissenc de Cultura, dedicado a Jaume I i el seu món, tuvo ayer de protagonista a Joan Francesc Mira (Valencia, 1939, escritor, antropólogo, sociólogo y profesor universitario, con una conferencia sobre Jaume I: la utilitat d'un mite. El curso que organiza el Institut Eivissenc de Cultura se clausura hoy viernes (20h) en la sala de cultura de Sa Nostra con una charla del historiador, crítico de arte y asesor gastronómico catalán Jaume Fàbrega sobre Jaume I i els països de lengua catalana: la formación d'una cuina nacional. En el acto se dará a conocer el fallo del Premi Baladre.

Joan Francesc Mira explicó ayer a este periódico que su exposición parte de la idea de que «todas las sociedades necesitan unos puntos de referencia en la historia que les sirvan para identificarse y darle sentido de continuidad histórica. Es lo que podríamos decir utilidad del mito. En nuestro caso, uno de los personajes elevados a la categoría de leyenda o mito es Jaume I, que hace esa función de persona emblemática elevada a tal categoría de mito, que miramos como si fuera nuestro fundador».

El escritor valenciano añadió que «tanto en el caso de Mallorca o Eivissa como en el de Valencia, la idea que tenemos, incluso en el imaginario popular, es que llega Jaume I, ocupa unos territorios nuevos con una gente nueva y crea unos países nuevos, una nueva sociedad cristiana, europea y medieval; unas instituciones, nuevos derechos, nuevas leyes... y se erige en el fundador del país».

Un mito que sigue vigente «como símbolo de la cohesión social y la comunidad histórica. Semejante al que tienen, por ejemplo, en Norteamérica los Padres Fundadores. Una de las grandes fiestas de un país tan inmenso y con una población tan variada». Cuya función para los valencianos y baleares es diferente de la que tiene para los catalanes: «Pues Jaume I no fundó Catalunya, en cambió si lo hizo en el caso del Reino de Mallorca y en el de Valencia. Así, en los primeros territorios aparece representado desde el punto de vista militar, como conquistador con la espada; y en el otro, con rollos de papel en las manos como fundador institucional y jurídico del territorio», concluyó Mira.