J. HERRANZ

El auditorio de Can Ventosa acogerá a las 19,30 horas del próximo domingo 26 un concierto de la Orquestra Simfònica Ciutat d'Eivissa, dirigida por Georges Verwilt, dentro del Cicle de concerts tardor-hivern que organiza el Patronat Municipal de Música y el Ayuntamiento de Eivissa.

El programa de la velada incluye en la primera parte la Sinfonía nº 101, El reloj, de Josep Haydn (1732 -1809), en sus cuatro movimientos: Adagio presto, Andante, Menuetto-Allegretto y Finale-Vivace; y en la segunda, la Sinfonía nº 4 en Fa menor, de Peter Tchaikovsky (1840 -1893), en sus movimientos: Andante sostenuto, Andantino in modo di canzona, Scherzo pizzicato ostinato y Finale. El precio de la entrada es de 10 euros, con descuento para los estudiantes de música.

Georges Verwilt explicó ayer a este periódico que Haydn compuso la Sinfonía de El reloj en 1794. «La primera parte tiene con un allegro muy vibrante; le sigue un andante que abre el fagot con un sonido de tic-tac que evoca el reloj y continúa todo el movimiento con variaciones de violines y armonías, hasta que al final se desvanece. Le sigue un minuetto muy divertido y la explosión de toda la orquesta en el finale», precisó el director belga residente en Eivissa. «Es la primera vez que la tocó en la isla, pero ya la he hecho varias veces en Bélgica».

En cuanto a la Cuarta de Tchaikovsky, Verwilt aseguró que para él «es su composición magistral; con partes dentro que te llegan muy hondo y te remueven cosas». Una sinfonía «que exige mucha concentración en los músicos, porque el ritmo es difícil de seguir; pero está saliendo muy bien, todos nos estamos tomando el trabajo muy en serio, como siempre».

Sin embargo, Georges Verwilt mostró un cierto descontento por el hecho de que se produzcan demasiados cambios en la Orquestra Sinfónica Ciutat d'Eivissa. «Es una pena, porque tocas un concierto con unos músicos y cuando vuelves a trabajar con la orquesta encuentras que muchos ya no son los mismos; algo que dificulta la unidad de conjunto».