Roig-Francolí reconoció que su labor como musicólogo y pedagogo en universidades estadounidenses le roba en la actualidad el tiempo para componer. «Tengo varias vidas, pero se me hace muy difícil compaginar la labor de investigación con la composición», admitió . Catedrático de Armonía, Contrapunto, Análisis y Formas Musicales en la Universidad de Cincinatti, Roig-Francolí confesó que le ha llevado unos doce años escribir los dos libros que ahora emplean los estudiantes de música en más de cien universidades norteamericanas y canadienses: `Harmony in context'*(2003), y `Understanding post-tonal music', que ha publicado este año. El compositor consideró que, «aunque desconoce el nivel de estudio musical actual en España, el sistema tradicional de conservatorio es antiguo y se encuentra desfasado». «Probablemente el nivel haya subido en los últimos años --continuó--, pero la centralización a la que están sometidos los programas de los conservatorios, marcados por el Ministerio, les impide renovarse y avanzar, a diferencia de los sistemas de Estados Unidos e Inglaterra, donde esta centralización no existe y podemos cambiar los currículos», concluyó.