GUILLERMO ROMANÍ

Hasta el sábado 27 la sala de exposiciones del Ajuntament Vell de Formentera acogerá la exposición-instalación Conversatorium, de Carmen Armbruster, madrileña de padre alemán y madre mexicana y relacionada desde su nacimiento con la isla. Dividida en cuatro partes, la muestra es una recopilación de trabajos «con la silla como elemento común y signo que evoca pensamientos. A cada uno los suyos; yo lo único que hago es dar ciertas pistas con los títulos y presentándolos con una estética distinta», explicó la artista a este periódico.

El espacio central de la sala está ocupado por la instalación Puentes: una red sobre la que hay seis sillas hechas con trozos de madera que Armbruster ha ido encontrando en la playa de Formentera; más siete fotografías de marinas de la isla con sillas como complemento; y debajo de cada una, páginas de periódicos con temas relacionados con el drama de la inmigración. «Las maderas de las sillas son restos que han deambulado por el mar. A través de ellas quiero establecer un puente que invite a la reflexión», precisó.

La exposición se completa con La Torre de Babel, un móvil formado por sillitas de metal, bronce y aluminio, con el que Carmen Armbruster quiere reflejar la dificultad de la comunicación; Formentera, fotografías de una instalación que refleja el mundo acuático y onírico de la isla; y Manifiesto, un vídeo procedente de una instalación de land-art realizado en Thailandia; un manifiesto en morse de palabras de internet que escriben la palabra globalización.