EFE-SAN SEBASTIÀN

Ante la espectación por la presentación en San Sebastián del filme español de Woody Allen, Vicky Cristina Barcelona, el neoyorquino no escatimó ayer en elogios acerca de la ciudad que protagoniza su nuevo relato: «Su carisma ha rejuvenecido mi cine. Yo sigo teniendo los mismos achaques».

El cineasta no paró de alabar al escenario de su última película, rodada también en Oviedo y protagonizada por Penélope Cruz, Javier Bardem y Scarlett Johansson y que llega hoy a las salas españolas, tras haber inaugurado la sección Zabaltegui-Perlas de .

Cosmopolita, sofisticada y con una maravillosa comunidad cinematográfica, así definió Allen a la Ciudad Condal, aunque, aseguró, la cinta bien podría haberse tituladoVicky Crisina París o Vicky Cristina Venecia, ya que lo que buscaba era cierta «sensibilidad romántica que sólo una ciudad cercana al Mediterráneo podría aportar» , precisó.

El director reconoció haber crecido con la perenne presencia de un tópico: «Los estadounidenses siempre hemos creído en esa idea de una Europa menos reprimida y con un mayor compromiso con todas las corrientes artísticas que en nuestro país»,

Para Bardem, los «geniales diálogos de Allen hacen del tópico una pirueta para luego destruirlos y mostrar todo lo que hay detrás de ellos». También esperados fueron los elogios del actor hacia Woody Allen con los que dejó que en el «odio imantado» en las escenas rodadas alternando inglés y español junto a Penélope Cruz, no fueron fruto de la improvisación sino de la creatividad del director.