Vicent Ferrer Guasch presentó ayer en la galería Via 2 la exposición que inaugura hoy. Foto: AINA DE GISPERT

JULIO HERRANZ

«Sigo pintando cada día, por supuesto; es que no hay otra. Buscando la simplicidad y esa luz nuestra, que es única». Con esas palabras, Vicent Ferrer Guasch resumió ayer de nuevo su filosofía vital y artística, la que le impulsa a que, con 91 años cumplidos (en mayo), presente dos exposiciones en este 2008. La primera fue hace unos dos meses en la galería Berri de Sant Agustí; la segunda se inaugura hoy viernes (20,30 horas) en la galería Vía 2, donde estará colgada hasta el próximo 4 de octubre: 20 óleos de producción reciente.

Ferrer Guasch sigue, pues, militando en una actitud creativa que es marca de la casa: «No he hecho todavía lo que pensaba, me falta mucho camino y creo que ya lo he recorrido. Pero, afortunadamente, no he encontrado aún ese cuadro ideal que he buscado siempre. El día que ya no viera nada más, ¿para qué seguir pintando? No me importa vender o no vender un cuadro. Tengo la edad y el dinero suficiente para mandar a hacer puñetas a quien sea», señaló con una libertad personal envidiable.

Así, como un Sísifo empecinado, el decano de los artistas de la isla continua plasmando en sus lienzos todas las variaciones imaginables sobre el único tema que le interesa, la isla de antes. «Sí, la Eivissa que conocí y que no existe. Así que me dejo llevar por la imaginación. Mis cuadros son una evocación de la isla que hemos perdido. Pero no añoro la Eivissa de antes, porque añorar sólo es soñar y yo soy realista. La de antes no tiene nada que ver con la de ahora; desgraciadamente. Sólo que no se puede volver atrás. Y reconozco que la Eivissa de ahora es una porquería, en todos los aspectos; de la que son responsables los propios ibicencos, que sólo quieren dinero, dinero y dinero», apuntó tajante.

Volviendo a la creación plástica, Ferrer Guasch recordó otra de sus máximas estéticas: «En cada cuadro busco lo esencial, y eso es fruto de mucho trabajo y mucho esfuerzo anterior». Una pintura que cada vez depura más; porque «toda pintura auténtica es abstracta, pues es una visión tuya personal de lo que ves o quieres ver. La pintura es algo especial, porque no copia la realidad, sino que la interpreta».

Sabiduría destilada tras una fértil y prolongada trayectoria creativa de la que Ferrer Guasch sigue ofreciéndonos muestras elocuentes. Eso sí, sólo en sus dos espacios favoritos: la galería Vía 2, porque «es una sala que me gusta; mis cuadros van bien aquí. Por eso expongo en ella de vez en cuando». Y, sobre todo, la galería Berri de Sant Agustí. «Me encanta; es un sitio ideal, tranquilo, la gente que va allí entiende de arte. Es una galería única en la Eivissa de antes; el marco ideal, pues, para exponer mis cuadros porque la casa, frente a la iglesia del pueblo, es auténtica», concluyó el artista.