Fiestas de prestigio

La banda aragonesa Mallacán fue la encargada de abrir fuego. La formación, que lleva más de catorce años en activo, hizo vibrar al público con su arriesgada mezcla de rock, folk, ska y reggae. La dulzaina y la gaita de boto, instrumentos autóctonos de su región, protagonizaron algunos de los momentos más interesantes de un show plagado de mensajes reivindicativos. Conozco a más de uno que se hubiera puesto muy rabioso al escuchar aquella canción dedicada al trasvase del Ebro. Mallacán repasó lo mejor de sus cuatro hasta llegar al momento cumbre de su actuación, la revisión del Guns of Britxon de los míticos The Clash, con el que se despidieron entre ensordecedores aplausos.

Tras media hora larga de espera, con una cutre-traca de por medio, aparecieron N.O.H.A. Lo primero que me sorprendió de su actuación fue la mejora sustancial en cuanto a sonido con respecto al anterior grupo. Entiendo también que una parte de su sonido es disparado por lo que siempre resulta mucho más sencillo de sonorizar que cuando todo proviene de instrumentos 'orgánicos'. Desde la apertura con No es perfecta hasta la conclusión con Pijama la experimentada banda ofreció una auténtica exhibición de profesionalidad y buenos propósitos.La base rítmica sonó sencillamente perfecta, lo cual por otra parte es esencial en un grupo de Drum n' Bass, y la voz de Minerva me sorprendió gratamente por su variedad de matices. Una voz muy melódica en contraposición con el estilo más rítmico y agresivo de Chevy, el otro cantante.

Dive in your life o Tu café (Sólo la caña da el aroma) fueron algunos de los mejores momentos de un show que mantuvo bailando a los asistentes hasta altas horas de la madrugada. Más tarde un par de Dj's intentaron desalojar al personal con una sesión intensiva de chumba-chumba, pero ni con esas consiguieron que la gente se fuera a la cama.

Concierto de Mallcán y N.O.H.A. Fiestas de Sant Agustí.

CHRISTIAN ROIG