J. HERRANZ

El Palacio de Congresos de Santa Eulària acoge desde el lunes los ensayos del Rigoletto Eivissenc, que se estrenará los días 10, 12, 14 y 16 de septiembre (entradas: 971 316191; de 13 a 15 horas). Un proyecto de Armin Heinemann, cuya dirección musical corre a cargo (como en La Traviata de Ibiza) de la soprano y profesora Katharina Dau y el pianista Leonhard Rieckhoff, reconocidos profesionales con muchos premios en su haber. «Ya hemos trabajado en Alemania, incluso la dirección de escena (a cargo de Heinemann), porque aquí no tenemos tiempo suficiente para hacer todo: técnica, escenografía, luces... hay que acortar el escenario, la acústica no es buena...», enumeró Dau.

En cuanto a los cantantes, precisó que «esta vez es más complicado que en La Traviata», por la edad de los cantantes en relación a los personajes. Pero se ha dado prioridad a la calidad de las voces, dobladas en el caso de los solistas. «Porque uno puede ponerse enfermo; con tanto aire acondicionado es peligroso arriesgar». Y de nuevo con colaboración de la isla: Javier Chivite (bajo), Marcos Lluna (tenor) y Miguel San Miguel, «que está haciendo un gran trabajo con los solistas del coro y con los ensembles», precisó Dau.

En cuanto al trasvase musical de la orquesta al piano, «es más difícil que en La Traviata, porque está más apoyada en las cuerdas; pero es un reto estimulante», señaló Rieckhoff, quien, como su pareja, Katharina Dau, son bien conocidos de los melómanos de la isla, ya que desde hace más de diez años han ofrecido conciertos en Eivissa. «Mis padres tienen una casa aquí, por Can Negre, desde el 68; y aunque trabajamos por todo el mundo, siempre volvemos porque nos encanta para descansar», apuntó la soprano, secundada por el pianista, quien añadió: «Y para encontrar inspiración también es ideal».