GUILLERMO ROMANÍ

El fotógrafo catalán Jordi Sarrà (Barcelona 1952), ha presentado un lujoso volumen de imágenes de Formentera en las que rinde homenaje al entorno y a la vida cotidiana de la isla. Sarrà fotógrafo que trabaja para revistas de arquitectura, de diseño y moda, así como de forma publicitaria, descubrió Formentera en el invierno 1978, con la suerte de que su primer contacto fue con la Casa Marcet de Erwin Broner, que le dejaron para que pasara unos días en la isla; esta casa situada justo debajo del Mirador en la subida a la Mola cuenta con unas vistas que cautivan al espectador.

«Lo que me impactó de la isla fue principalmente el paisaje y la arquitectura que era muy simple, muy austera; que comparada con la arquitectura de las restantes islas de las Balears, no me cuadraba en absoluto; pero a través de la obra de Erwin Broner fui descubriendo la simplicidad que él aplicó a la construcción en las islas, una limpieza de trazos y una ausencia de aspectos superfluos claramente inspirados en lo que él veía en Eivissa y Formentera», explicó ayer a este periódico Sarrà a para quien la casa de Broner recordaba mucho a las de Sert, pero mucho más sencilla.

A Sarrà no le gusta que le encasillen en un tipo de fotografía. «No creo en las especializaciones; me gusta la fotografía, la imagen, el cine, y aunque durante una época trabajé para el ámbito arquitectónico, antes pasé un largo período dedicado únicamente al mundo de la moda; y tras la arquitectura me embarqué en el mundo publicitario». Pero no oculta que lo que siempre le ha interesado mucho ha sido el mundo de la edición; y tuvo la suerte de hacer para la editorial Taschen un monográfico sobre el arquitecto y creador modernista Jujol. «Con la ventaja de que la editorial me dio cierta libertad para hacer el libro y encontrar el arquitecto colaborador para la redacción de los textos, que fue Pep Llinàs, en la actualidad el responsable de la terminal del Ave que se está construyendo en la Sagrera, en Barcelona». El fotógrafo reconoce que en un principio desconfiaba del éxito del volumen en Alemania ya que con unos coetáneos como Guadí, Miró, Dalí o Picasso, Jujol no era demasiado conocido ya se han hecho tres ediciones y el libro funciona muy bien.

Un libro de autor

Ahora presenta el libro que siempre había querido hacer. Un libro de autor con imágenes «da mucha libertad a la hora de concebirlo; tienes tiempo y no dependes de un cliente que está encima tuyo, lo que te permite dar tu propia visión de la isla» indicaba Jordi Sarrà, añadiendo: «Este libro no tiene textos, quería reivindicar el papel de la austeridad. Al principio hay una frase popular que José Luis Gordillo recogió en su historia sobre Formentera y nada más. Viene a decir que con cuatro cosas lo tienes todo, y por eso el libro es puramente visual», precisó.

Sarrà comentó que en los libros de muchos lugares turísticos siempre se juega con el horizonte, la nube, la pasarela, el cóctel de frutas, «cuando aquí tenemos estas cosas con una calidad muy superior, no hay que preparar nada, no hay que hacer montajes; sólo salir y fotografiar, buscando siempre planos medios en los que se respiran esos detalles que indefectiblemente te conducen a Formentera».

La mayoría de las fotos pertenecen al trabajo realizado por el artista en el último año, aunque las correspondientes a casa antiguas, a casas payesas, pueden tener entre dos y cuatro años, ya que «algunas ya no se pueden volver a fotografiar tal como era; ha habido reformas, se han hecho ampliaciones o se han remodelado de tal manera que han ido perdiendo el espíritu que tenían antaño», concluyó Sarrà.