Armin Heinemann dando los últimos retoques a una de las cantantes. Fotos: ANTONIO BOFILL

JULIO HERRANZ

Armin Heinemann, muy ocupado estos días con su proyecto del Rigoletto Eivissenc, que presentará en el Palacio de Congresos de Santa Eulària los próximos 10, 12, 14 y 16 de septiembre, se siente estimulado ante el esfuerzo por el éxito que ha tenido recientemente en el Festival de Música Clàssica de Canet del Mar como director de escena y diseñador del vestuario del montaje de Il Signor Bruschino de Rossini, con dirección musical de Ricardo Estrada. «Antes de empezar el público parecía reservado, porque es un sitio muy selectivo, un castillo del siglo XII con muchísimo encanto; pero al final estaban como niños en una guardería, encantados. Y tuve una buena crítica de La Vanguardia, lo que vale mucho. Así que me llevé una gran alegría», explicó a este periódico el arquitecto, diseñador y director de escena alemán residente en Eivissa.

En cuanto a la aventura del montaje de su segunda ópera verdiana en la isla, tras La Traviata de Ibiza, estrenada en septiembre de 2006 en Can Ventosa, Heinemann se mostró optimista: «Todo sigue en marcha; los cantantes llegan ya (hoy domingo) y empezaremos los ensayos enseguida, primero en una sala del Palacio de Congresos y a los pocos días en el escenario, hasta el ensayo general del 8 de septiembre. Y como en La Traviata también tendremos colaboración de la isla; aquí con seis cantantes», precisó, añadiendo que los interesados en reservar entradas pueden hacerlo en el teléfono de la oficina de Paula's (971 316191; de 13 a 15 horas), la reconocida firma de moda ibicenca creada en los 70 por Armin Heinemann, quien cada vez se decanta más por la ópera. «Sí, ya es la tercera carrera», ironizó.

Un otro camino creativo en el que ha involucrado también a su hijo. «Vendrá a hacer la asistencia de dirección de escena; y también me ayudó mucho en Canet con el montaje de Il Signor Bruschino», insistiendo en lo satisfecho que ha quedado con este proyecto. «Fue estupendo, pues comprobé lo que había gustado por testimonios directos de gente muy interesantes. No fue una impresión mía motivada por los aplausos, que desde el escenario siempre parecen más fuertes de lo que son en realidad. Así que espero que en Santa Eulària tengamos la misma reacción con el Rigoletto Eivissenc».

En cuanto a otros proyectos relacionados con la ópera, Heineman dijo que tiene varios a la vista en Europa, «pero no puedo hablar todavía de ellos porque no están cerrados aún». Y sobre la posibilidad de una tercera ópera 'ibicenca': «Me tienta un Trovatore de Eivissa o de Formentera, pero no lo tengo claro todavía. De momento vamos a hacer primero el Rigoletto, que tiene muchos problemas por resolver, algo que me gusta porque me provoca la creatividad, se mueve la energía y vienen cosas a la cabeza», concluyó.