Portada del volumen, con casi un centenar de fotografías del verano ibicenco.

JULIO HERRANZ

Hasta los cuerpos más marchosos necesitan algún tiempo de descanso Aunque la mayoría de las fotografías de Pleasure Island reflejan el lado más marchoso y animado del verano ibicenco, el volumen de Jocelyn Bain Hogg también incluye algunas imágenes complementarias del desmadre noctívago; como ésta de un bar de la bahía de Sant Antoni. Imagen representativa de los estragos que puede producir la noche estival festiva de la isla cuando la búsqueda del placer termina, por cumplida o por frustrada.

El fotógrafo británico Jocelyn Bain Hogg acaba de publicar Pleasure Island (Trellick Books), que reúne en casi un centenar de imágenes tomadas en Eivissa durante los veranos de 2006 y 2007 una amplia perspectiva del ambiente en torno a la música 'indie' (por los conciertos que organiza el festival Ibiza Rocks) y las discotecas. Un muestrario sin retoques de photo-shop del estilo hedonista de la multitud de jóvenes de todo el mundo que recalan en el verano ibicenco buscando placer e intensidad vital.

El prólogo de volumen está escrito Mark Eli Kalderon, filósofo y profesor de la Universidad de Londres, experto en Metafísica y Epistemología, quien pregunta qué tipo de placer desea y busca los protagonistas de ese verano ibicenco de fama mundial: «Djs, empresarios de la noche, estrellas del rock, bailarinas, veteranos de la escena rave de los 80, solteros que pronto dejarán de serlo, jóvenes y no tan jóvenes, miembros de tribus diversas... Gente que aspira a ser algo en la vida y personas sin objetivos marcados convergen en Eivissa cada verano con el propósito común de obtener placer. Todos ellos se mezclan libremente en playas, bares, restaurantes, autobuses turísticos, piscinas, pistas de baile, hoteles...; donde comen, bailan, fuman, hacen cola, hablan, besan, posan, enloquecen, duermen... Todo con el único propósito de encontrar placer», resume Kalderon.

Su tercer libro

Pleasure Island es el tercer libro de Bain Hogg, conocido tras la publicación de The Firm, en el que retrata el crimen organizado en el Reino Unido, así como por Idols + Believers/Idolatrisme, donde muestra el mundo de las estrellas en eventos internacionales como el Festival de Cine de Cannes o los Oscars de Hollywood.

El objetivo que buscaba con su libro sobre la cara más llamativa del verano ibicenco es «examinar la cultura de los jóvenes a través de la música indie y dance en un lugar mágico y hedonista desde los tiempos de los romanos», ha señalado el fotógrafo. Un trabajo en el que presenta «infinidad de momentos y anécdotas agradables: Norman Cook a toda velocidad en su lancha motora; de paseo con los chicos de Kaiser Chiefs o Reverend and the Makers; observando 'ángeles' en el aparcamiento de una discoteca o navegando hasta Formentera con la resaca del último de los conciertos de Ibiza Rocks».

Fat Boy Slim

Pleasure Island (a la venta, por 25 euros en el Ibiza Rocks Hotel y en la tienda Sluiz de la carretera de Sant Josep, km. 7) incluye también un breve texto de Norman Cook (Fat Boy Slim) en el que reconoce la llegada a Eivissa de lo que llama una «nueva cultura de ocio», que recuerda en el siglo XXI el flujo artístico en torno al rock que fomentaron artistas como David Bowie o The Rolling Stones. «Estas fotos cuentan la historia de la fusión de dos tribus que se complementan entre sí», afirma el reconocido pinchadiscos, añadiendo: «Viva la diferencia y enhorabuena a Jocelyn Bain Hogg por documentarla», concluye.