Keith Jarrett, Gary Peacock y Jack DeJonhette comenzaron a escribir hace 25 años algunas de las páginas más felices de la historia del jazz. Ayer, en la apertura del Festival de Jazz de San Sebastián, este trío emblemático añadió nuevas líneas a esa trayectoria impecable y magistral. Estos tres grandes músicos celebran ahora ese cuarto de siglo juntos con una gira, cuya única parada en España ha sido la del 43 Heineken Jazzaldia, en una jornada en la que el Festival donostiarra empezó a descargar su potente cartel con la tradicional Jazz Band Ball en las terrazas del Kursaal y la playa de La Zurriola.

Sólo durante unos pocos minutos al comienzo, la percusión se superpuso a las cuerdas. A partir de ahí, el pianista fue imprimiendo su virtuosismo a cada tema, con instantes de una envoltura melódica acariciadora, como en When I fall in love, el segundo bis con el que cerraron el concierto. Jarrett estuvo ayer más inquieto, dejando la butaca constantemente para tocar de pie, aunque no del todo, de esa forma suya característica en la que dobla las piernas y tuerce el gesto.