Exposición del malogrado fotógrafo Beni Trutmann, toda una institución en Formentera.

JULIO HERRANZ

El reciente cierre de la sala de cultura de Sa Nostra en Sant Francesc ha causado un notable impacto en el mundillo cultural de Formentera, ya que durante muchos años este espacio ha acogido la mayoría de los eventos culturales (y muchos actos sociales) de la isla. «Lo primero que hay que decir es que el cierre es absolutamente involuntario e indeseado por nuestra parte; y por una causa que hemos intentado solucionar, pero no ha habido forma de llegar a un acuerdo. Era un local de alquiler y el propietario quería recuperar el local», explicó a este periódico el director de la Obra Social de Sa Nostra, Andreu Ramis.

Así las cosas, la circunstancia puede ser un buen pretexto para valorar la trayectoria que, culturalmente hablando, Sa Nostra ha tenido hasta ahora en la isla: «Sin ser pretenciosos, creo que nuestra presencia en Formentera no es solo importante, sino impescindible; en el sentido de que la sala se había convertido en un punto de referencia permanente para la isla en actividades culturales para todo el año. No sólo ésta de Sant Francesc, que estaba ubicada en un lugar magnífico, sino la sala precedente, en la calle Ramon Llull, que tuvimos en colaboración con el Ayuntamiento», recordó Andreu Ramis, añadiendo: «Esto es algo a lo que hay que encontrar una solución».

Y la hay, aunque de momento pueda resultar algo coja: «La solución la tenemos en perspectiva, en el sentido de que, finalmente, con la constitución de la Fundació del Centre de Cultura y el Museu de Formentera, abre la vía para recuperar un espacio de referencia. Hay que recordar que por parte de Sa Nostra se cedió en su día un solar para su construcción, junto al cementerio viejo y el Instituto de Sant Francesc, más una aportación de 600.000 euros. Pero claro, aunque todo vaya bien y marche al ritmo deseado, es un proyecto a bastantes meses vistas», aseguró Ramis.

Por lo tanto, mientras se concluye un proyecto que se está demorando bastante más de lo previsto, debido a un cúmulo de circunstancias indeseadas, incluidos los de las coyunturas políticas, Sa Nostra ha recurrido a una solución provisional de compromiso: «Lo que hemos hecho es hablar con el Ayuntamiento y plantear una línea de actividades, que siempre hemos mantenido, pero ahora intensificaríamos, para hacer actividades en colaboración en sus espacios; e intensificar también la acticvidad que no requiera variar de alguna forma la oferta que nos permita mantener un nivel de presencia como mínimo igual, por no decir mayor, del que hemos tenido hasta ahora, aunque sea sin un espacio físico propio, algo que siempre es un referente; pero bueno, la voluntad de Sa Nostra es esta», concluyó el director de la Obra Social de la Caixa de Ahorro de Balears, insistiendo en el compromiso de la entidad: «Lamentamos no tener un espacio permanente de referencia, pero a lo que no renunciamos es a continuar haciendo obra social y cultural en Formentera».

Una nueva etapa, pues, que se espera sea tan provechosa para los intereses culturales de los ciudadanos de la isla como la que ahora se cierra. Ciudadanos que a buen seguro guardan en la memoria alguna de las tantas exposiciones celebradas, con nombres de referencia de dentro y fuera de la isla; o de los numerosos conciertos celebrados, en la sala propiamente dicha o (en verano) en el amplio patio del local de Sant Francesc; o la memoria de tantas lecturas poéticas, de tantas conferencias, de cursos universitarios, de actos sociales promovidos por los vecinos... Una aportación privada que suplió a menudo la fala de iniciativa públicas.