Los cinco componentes del grupo, en el garaje donde se reúnen para ensayar sus temas. g Foto: SONIA GAITÁN

SANTI BONNIN Rock Garage es el nombre de la nueva promesa musical ibicenca. Siguiendo la estela de Statuas.d.Sal, los cinco jóvenes decidieron formar su grupo de rock hace poco más de un año y ya han comenzado la grabación de su primer disco. Con el apoyo de amigos, familiares e instituciones, Rock Garage despegan dispuestos a arrasar.

_¿Cuánto tiempo lleváis tocando?

_Algunos de nosotros, toda la vida. Tenemos nexos familiares con Statuas.d.Sal y Los Diana, y eso también nos ha influido, lo llevamos en la sangre. Pero hasta hace poco sólo podíamos tocar con gente más mayor que nosotros. Buscábamos algo más moderno, estilos más frescos, así que decidimos tocar por nuestra cuenta.

_¿Y el grupo, cómo surgió?

_Al principio, Joan Torres Cejudo, Luis Escriche y Jaume Alberti habían formado el grupo Themis, junto a otros dos músicos, pero aquello no avanzaba ni retrocedía, así que decidieron dejarlo. Un día nos encontramos por casualidad, una noche de fiesta, y decidimos montar un grupo, tomárnoslo en serio. Y así, en poco más de un año, empezamos a actuar en conciertos, en el Festival de Rock Eivissenc, Dani Becerra nos invitó a ser teloneros de Merche... La cosa ha ido mucho más rápido de lo que esperábamos.

_Hasta que habéis conseguido empezar a grabar vuestro primer disco...

_Joan Barbé, de Statuas, ha tenido mucho que ver: sin él no hubiera sido posible. Un día nos pilló por banda y nos preguntó cuándo pensábamos grabar algo. Nosotros pensábamos en hacer sólo una maqueta, así que no tardamos en ponernos en contacto con él, pero Joan nos convenció, casi nos empujó, a grabar un disco completo.

_¿Y cómo lo lleváis?

_Al principio nos parecía imposible que pudiéramos tenerlo todo listo a tiempo. Han sido unos días de locura, buscando patrocinadores y subvenciones a toda prisa, eligiendo las canciones a contrarreloj, versionear a última hora algunos de nuestros temas al catalán... Pero al final, la falta de tiempo no ha resultado ser un problema sino una motivación. Aunque puede resultar agotador, la presión de tener que cumplir los sueños es lo que los hace posibles.