La Sala Aramon acogió ayer una mesa redonda en la que realizadores de varias generaciones debatieron sobre el oficio de director. Foto: SONIA GAITÁN

J. HERRANZ

La Sala Aramon fue ayer el escenario, en el marco del Ibiza & Formentera International Film Festival (IFF), de una interesante mesa redonda sobre El oficio de director, en la que participaron Antonio del Real, Enrique Gabriel, Antonio Hernández, Juanma Bajo Ulloa, los hermanos Tristán y David Ulloa y Jaime Marqués. El moderador del encuentro, abierto al público, fue Javier Angulo, hasta hace un año director de la revista Cinemanía.

Un encuentro al que asistieron más medios que cinéfilos. En ese sentido, Juanma Bajo Ulloa resumió con ironía la situación del cine en España: «Aquí mismo, en esta sala, hay más directores que espectadores, como suele pasar con la mayoría del cine en España». Opinión poco optimista que fue, en general, la tónica del encuentro, a juzgar por la experiencia directa de la mayoría de los directores de la mesa, entre veteranos y recientes.

Opiniones basadas en las experiencias personales de los protagonistas; complejas, duras y a veces angustiosas. «Descubrí la miseria del cine español en mi primera película», apuntó Antonio del Real, que calificó de «sinvergüenza» al productor de la misma. Y es que los productores fueron uno de los principales blancos de la crítica. «Mi primera película la tuvimos que producir mi hermano y yo; hasta el punto que casi nos arruinamos», recordó Antonio Hernández.

Experiencia por la que, con matices, pasaron la mayoría de los directores de la mesa; salvo Jaime Marqués. «Yo tuve suerte, moví bastante el guión, di todas las vueltas posibles y al final encontré un productor; pero invertí cinco años de mi vida en hacer real el proyecto de mi primer largometraje tras haber realizado tres cortos», subrayó.