J. HERRANZ

El centro cultural de Can Ventosa acogió ayer una conferencia de Antonio Alvar, presidente de la Sociedad Española de Estudios Clásicos, sobre «Julio César: el hombre que rompió una república y creó un imperio». La charla se enmarca dentro del «II Curs de Pensament i Cultura Clàssica. Cinc grans figures de l'antiguitat grecollatina», que organiza la UIB con patrocinio de la Obra Social de «la Caixa». La próxima entrega (miércoles 15) tendrá como protagonista «Diógenes el cínico: un provocador», analizado por Alberto Bernabé, catedrático de Filología griega de la Universidad Complutense de Madrid.

Antoni Alvar calificó a Julio César como «uno de los más grandes personajes de nuestra historia común, a la que imprimió un nuevo rumbo. Fue alguien realmente extraordinario en tres ámbitos: político, militar y literario. Resulta realmente difícil encontrar en Occidente una persona que destacase tanto en esas tres dimensiones», precisó el conferenciante.

El catedrático de Filología latina de la Universidad de Alcalá de Henares resumió a este periódico el tema de su conferencia: «Julio César supo ver cómo la república romana había entrado en un proceso de desintegración. Era un sistema político de régimen asambleario para gobernar una ciudad y el territorio que podía controlar; pero no un estado de las dimensiones que tuvo el romano en el siglo I a.C., que casi cubría todo el Mediterráneo. Todo el periodo de conquista que precede a la etapa de César genera un ejercito potentísimo y muy experimentado que ya no puede sostenerse con la leva, sino con profesionales mercenarios. Y lo hizo así. Tenía a su servicio entre siete y diez legiones (de 70.000 a 100.000 soldados) absolutamente leales a su jefe y dispuestos a hacer por él lo que fuera necesario». Fue Julio César «quien llevó a la república hacia un orden nuevo, acorde con su momento histórico. La pena fue que lo asesinaron antes de culminar su obra, en el 44 a.C. , cuando tenía 56 años», subrayó Alvar, añadiendo que, lo más importante, «es que toda la magna obra que lleva a cabo la realiza en sólo 15 años; un periodo asombrosamente corto para conquistar tan vasto territorio. Algo asombroso que da vértigo».