J. HERRANZ

La sala de exposiciones de Ebusus acogerá a partir de las 20,00 horas de este sábado día 4 la inauguración de una exposición de pinturas de Mario Stafforini, en la que será su cuarta cita anual consecutiva con este veterano espacio cultural de Vara de Rey. Para la ocasión, el pintor argentino residente en Eivissa desde los 70 ha seleccionado 50 obras de diferentes tamaños con sus dos motivos favoritos de inspiración, Dalt Vila y el campo del interior de la isla.

Sus queridas flores, rincones, calles, vistas panorámicas «y seis cuadros grandes con colores muy fuertes» conforman la nueva y abundante exposición de Stafforini. «50 cuadros, un número redondo y algo exagerado; pero como vivo de esto, si no pongo mucho no me llega», apuntó ayer el artista a este periódico con una sinceridad poco frecuente en su mundillo.

Como el amante que no se cansa de mirar y mirar a la persona amada, Stafforini sigue fiel a sus 'modelos' ibicencos: «Salvo el campo, a la hora de pintar no hay otro tema mejor que Dalt Vila. Además, si dejará de pintarlo me pegarían los clientes; dirían que soy tonto, una vez que aprendiste a pintar Dalt Vila, ahora vas a otra cosa», ironizó con excesiva modestia, pues pocos pintores han sabido sacarle tanto jugo a nuestro Patrimonio de la Humanidad. «Como viví veinte años allí, para mí es algo muy especial. Todas sus casas, tiendecitas, calles, rincones que pinto forman mi mundo. Hasta me han sacado el tango de encima; y que no se enoje Carlitos»; por Gardel, por supuesto.

En cuanto al campo interior de la isla, que tanto y tan bien conoce Stafforini con sus habituales salidas y excursiones, mayormente con amigos, ha hecho una pausa obligada por la salud. «Estoy aún un poco débil y no salgo al campo; cuando esté más fuertecito volveré a las andadas, que tanto me gustan», aseguró.