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El escritor vasco Ramiro Pinilla recibió ayer el Premio Nacional de Narrativa por su novela «Las cenizas del hierro», tercer volumen de la trilogía «Verdes valles colinas rojas», un trabajo de casi 3.000 páginas en el que el autor narra una saga familiar vasca, donde mezcla realismo y mito desde la industrialización del territorio hasta el primer asesinato de ETA.

Este galardón, que concede el Ministerio de Cultura a la mejor obra publicada en 2005 en cualquiera de las lenguas del Estado español y que está dotado con 15.000 euros, se suma al reconocimiento que tuvo este mismo título hace meses con el premio de la Crítica, y al Euskadi de literatura, que recibió el primer volumen de la trilogía, «La tierra convulsa», publicada por Tusquest.

Ramiro Pinilla (Bilbao, 1923), que ayer se encontraba en Sevilla, en casa de su hija, explicó, nada más conocer la noticia, que el premio no le iba a estimular más a la hora de escribir porque «a seguir escribiendo no necesito que me anime nadie», sentenció. Unas palabras que demuestran que a sus 83 años, con una última producción monumental y después de llevar tres décadas sin publicar, él va a seguir trabajando. Prueba de ello es que el día 30 de este mes el escritor presenta «La higuera», historia de un hombre que decide recluirse en un solar y cuidar de una higuera al término de la Guerra Civil.

Refiriéndose a su tierra, Pinilla dijo: ««Como persona y como vasco no soy nacionalista pero tampoco soy antinacionalista ni anti nada. Tengo la buena o mala costumbre de ponerme en el lugar del otro, pienso dos veces y lo respeto pero yo desearía y trabajaría por que el nacionalismo no existiera. Cualquier nacionalismo, cualquier fe, la religiosa o la política, son negativas. Mi libro no es un panfleto contra nadie sino una muestra de mi pensamiento». Al ser preguntado por el proceso de paz entre Gobierno y ETA el escritor que éste es «muy alentador», aunque añadió que «tardará tiempo».