El reconocido actor británico John Hurt en el homenaje que le ofreció ayer el Festival de Cine.

John Hurt (1940, Derbyshire, Reino Unido) tiene en su haber una trayectoria de largo recorrido

y en varios campos.
Fue nominado al Oscar por «El hombre elefante» (1980), de David Lynch; y como actor de reparto por «El expreso de medianoche» (1978), de Alan Parker. Ha trabajado en más de 80 películas, entre las que figuran «Alien» o «Contact». En televisión destaca su papel de Calígula en la serie «Yo, Claudio».

También ha prestado su voz a numerosas películas de animación y videojuegos, así como la voz narradora en off.

JULIO HERRANZ

El Festival Internacional de Ibiza y Formentera ofreció ayer un homenaje al prestigioso actor británico John Hurt. El acto tuvo lugar durante un cocktail ofrecido en el restaurante Villa Mercedes de Sant Antoni, y entre los invitados se encontraban el director de Fotografía Ronnie Taylor (ganador de un Oscar por «Gandhi» (1982), y el compositor de bandas sonoras Michael Hoenig. Xavier Benlloch, uno de los responsables del Festival, que se celebrará en Eivissa y Formentera entre el 29 de mayo y el 7 de junio del próximo año, dijo a este periódico que el ambicioso proyecto «va muy bien, cubriendo los plazos del calendario que teníamos previsto». En cuanto a los apoyos institucionales al evento, apuntó: «Las instituciones se tienen que mover con mucha cautela, y es lógico que tengan que meditarlo más; pero todo va bien. Seguro que habrá festival, y será todo lo grande que pueda ser».

Por su parte, John Hurt concedió una entrevista a este periódico en la que -de entrada- recordó que su relación con Eivissa viene de largo: «Sí, conocí la isla en 1967, y desde entonces vengo a menudo». Pero no fue el movimiento hippy el que le trajo aquí: «No, nunca me gustaron esas clases de colectivos. Yo me movía sobre todo entre la gente artística de Santa Eulària, que solíamos encontrarnos en el Sandy's Bar. Había muchos escritores, actores, directores, pintores. Era una zona muy creativa e interesante que me sorprendió gratamente», precisó.

Sobre el Festival de Cine, apuntó que le parecía «una idea estupenda el que la isla cuente con un festival que conecte con el espíritu artístico que aún hay en muchos puntos de la isla». Y también se mostró comprensivo el actor con la Eivissa del turismo discotequero.«Bueno, siempre ha sido una isla de diversión; aunque en algunas ocasiones han ido demasiado lejos, sí», subrayó.

Aunque actualmente haya tantos festivales en el mundo, John Hurt no lo considera un obstáculo insalvable para el éxito del festival pitiuso. «Si los organizadores se han embarcado en ello será porque habrán visto buenas posibilidades. Cada festival tiene sus señas de identidad y su política concreta. Éste tendrá que hacerse un hueco entre la oferta».

Con su larga y reconocida trayectoria cinematográfica, John Hurt sigue todavía en activo y con ganas de trabajar: «No estoy de vacaciones en la isla; estoy preparando mi papel en una película con el director español Àlex de la Iglesia que se comenzará a rodar en octubre en Inglaterra. Será la primera película que hace en inglés», apuntó Hurt, añadiendo que «es la primera vez que trabajo con un director español. Aunque lo había hecho con el mexicano Guillermo del Toro, en 'Hell boy'. Nos conocemos bien, es un personaje extraordinario al que tengo ganas de volver a ver».

Preguntado si apostaba por el cine europeo antes que por el de Hollywood, John Hurt reflexionó sobre ambos casos: «Los europeos debemos seguir con nuestra línea cinematográfica. No se nos dan bien las películas espectaculares que tanto abundan en el último Hollywood. No son una tradición europea ni es nuestra cultura. Hemos hecho algunos films de grandes medios, pero no muchos; mejor cada cual a lo suyo. Aunque también hay un cine americano que está muy bien, el independiente, que está subiendo mucho en los últimos años y con propuestas realmente buenas en bastantes ocasiones; trabajos que conectan muy bien con el gusto de los cinéfilos europeos, desde luego», concluyó el actor británico.