Aramis Ney en la sala de exposiciones del Ajuntament Vell de Sant Francesc. Fotos: GUILLERMO ROMANI

Aramis Ney es el nombre artístico de un pintor nacido en Montevideo, Uruguay, en 1943. «Mi apellido no es ese, es mi nombre de trabajo que me lo puso mi abuela por el Mariscal Ney (famoso en las batallas naeoleónicas) y Aramis por los Tres Mosqueteros de Alejandro Dumas», explica.

Con su primera muestra en la isla, Ajuntament Vell de Sant Francesc, Ney se siente contento por haber tenido esta oportunidad. Gran conocedor de las Pitiüses, Ney no tiene reparo en reconocer que «descubrí Formentera un poco por casualidad porque iba mucho a Eivissa y un día cogí la barca con unos amigos y ya cambié de idea, me gustó mucho, y de eso hace ya treinta años, desde entonces he venido cada verano a pasar una temporada y desde que hace cinco años me compré una casa aquí, vengo mucho más a menudo».

Aramis Ney afirma que «las obras que expongo están inspiradas un poco en Formentera y también en el arte primitivo ya que vi que Formentera fue un cruce de civilizaciones, y el arte primitivo me atrae, me gusta y con esta exposición intenté hace un homenaje a lo que había visto en la isla», pero a la hora de definir su estilo, Ney es reacio a pronunciarse «de mi pintura no sé qué decir, no me gusta definirme pero mis fuentes de inspiración, mis referentes son el viejo Torres García, pintor uruguayo o entre otros Tàpies, lo mío debería decir que es un informalismo pero creo que con aspectos más constructivos».

Sin embargo, el crítico de arte Guido Castillo dice de Ney que «como todo pintor verdadero ha sido influido por otros verdaderos pintores, pues como dice Malraux, la pintura nunca se empieza a hacer, porque siempre se sigue haciendo». Castillo destaca además que Ney «la auténtica devoción por su su excepcional compatriota, Joaquín Torres García, uno de los grandes maestros del siglo XX». Pese a ello Aramis Ney «ha pintado pocas obras que puedan encuadrarse dentro del constructivismo ya que Torres García no le influyó tanto en su manera de pintar como en ciertas ideas estéticas esenciales que conducen a una actitud existencial ante el arte» reflexiona Guido Castillo.

«Cierto que utilizo la técnica del collage -dice Ney cuando se le pregunta por las tapas de libros religiosos que expone en Formentera-, pero siempre está basada en elementos que encuentro, en la materia con la que me topo a veces y me gusta emplearla, integrándola en la obra»

El artista uruguayo se muestra contento con la respuesta de la gente ante su exposición. «He visto que la gente entra, mira y pregunta, se interesa por la obra, en cuanto a las ventas eso ya es otra historia».

Cuando se le explica que un reconocido pintor de la isla afirmó que su trabajo «es de lo mejorcito que ha pasado por aquí en los últimos tiempos», se siente agradecido pero confía en poder seguir trabajando de la misma manera y espera volver a exponer en Formentera el próximo año o dentro de un par de años a lo sumo.