El artista, sentado en el medio de la sala, atiende a los medios de comunicación.

JULIO HERRANZ

La ex-iglesia de l'Hospitalet, anexo del Museu d'Art Contemporani de Eivissa (MACE), acogerá a las 20,30 horas la inauguración de una exposición de esculturas de Antonio Hormigo, que estará abierta al público hasta octubre. «Se hizo insistir para exponer aquí, porque es un artista humilde que él mismo no reconoce el valor de su obra; le agradecemos mucho que al final accediese», apuntó ayer la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Eivissa, Lurdes Costa, quien recordó que Hormigo es natural de Sant Antoni y autodidacta, «aunque aprendió el oficio de su padre, que también trabajaba la madera». La concejala se mostró entusiasmada con una exposición «que conmueve verla en este espacio, un lugar que una vez más muestra que tiene algo de mágico, pues aunque las piezas no han sido pensadas para él, parece como si así hubiera sido».

También Antonio Hormigo está seducido por la «gracia» de un lugar que, no en vano, como iglesia estaba bajo la advocación de la Virgen de Gracia. «Estoy sorprendido y maravillado de lo bien expuestas que están aquí estas piezas, que son sólo un botón de muestra de todo lo que he hecho. Todas ellas son trabajos de los años 90», precisó.

Introvertido y parco en palabras, como siempre, le costaba expresar algo sobre su creación. «De mi obra lo mejor que puedo hacer es enseñarla; soy incapaz de definirla bien», confesó, añadiendo que sigue en activo. «Me paso unas doce horas en el taller, que es lo que realmente me gusta. Luego, esto de las exposiciones y las entrevistas es algo que más bien me crispa».