Antonia Torres Tur y Juan García-Gatica, responsables del proyecto «Marcas en el territorio». Foto: MARCO TORRES

JULIO HERRANZ

El próximo mes de febrero Juan García-Gatica y Antonia Torres realizarán en la región de Aysén de Chile la segunda entrega de su serie de acciones de land-art, que iniciaron el pasado año en Sant Josep sobre los árboles quemados del municipios, a los que pintaron de vivos colores y en cuyos troncos colgaron poemas de destacados autores. «La idea surgió aquí, como una propuesta dirigida, en el caso de Eivissa, a poner el dedo en la llaga en lo que es el abandono del campo, a través del símbolo y metáfora del árbol muerto», explicó el artista chileno a este periódico.

La elección de Aysén para la segunda parte de la saga, la explica su compañera, ibicenca. «Elegimos este sitio porque nos impactó muchísimo esos millones de hectáreas quemados entre 1920 y 1950 por pavorosos incendios forestales, con los troncos como signo de una catástrofe que cambió hasta la climatología de esta región austral del sur de Chile».

Para la elección de la zona a intervenir, han contado con el asesoramiento de Protección Forestal de la región; «en extensiones pequeñas, manejables. La acción será un símbolo extensible. Vamos a usar los troncos quemados para hacer una suerte de intervención con elementos como plástico negro, tal símbolo de muerte, buscando cierto impacto escenográfico, a modo de performance, con la ayuda de copreógrafa Marisol Vargas y de Ree», precisó Juan García-Gatica.

Pero la saga de acciones land-art con compromiso ético continuará. «Tenemos ya contactos para hacerlo en Brasil; también nos interesa mucho Portugal, donde en estos años están habiendo incendios terribles. Estamos ahora iniciando los contactos. Queremos seguir porque nos llena bastante, tanto desde el punto de vista conceptual y poético, como por el alcance que le damos como denuncia del deterioro del paisaje».