«El modelo de desarrollo ibicenco está prohibido en el PTI de Menorca»

La sede ibicenca del Col·legi Oficial d'Arquitectes de les Illes Balears (COAIB), en Can Llaneras, acogió ayer la presentación del libro «La Fundació de Georgetown, Menorca. 1771», de Joan Enric Vilardell , quien a su vez fue presentado por el arquitecto ibicenco Salvador Roig. El acto se encuadra dentro del ciclo que la entidad esta ofreciendo sobre la arquitectura de Menorca.

El trabajo de Vilardell, recogido en libro gracias a una beca del COIB, fue su tesis doctoral, calificada como «excelente cum-laude». Un caso de planificación que tiene una lectura ética. «Es un modelo de ciudad planificada por un ingeniero militar en la segunda mitad del siglo XVIII. Un tipo de urbanismo que ha llamado la atención a los investigadores contemporáneos por el alto grado de coherencia formal y de respeto al territorio en los modelos de implantación», explicó ayer el autor a este periódico. Un caso de urbanismo «ilustrado», del que en España «hay bastantes ejemplos, como el de Aranjuez, la Barceloneta, el barrio de la Magdalena de El Ferrol...», enumeró

Lo singular de Georgetown es que, al proceder de un diseño británico, tiene «unas características especiales que no se conocían en España, pues toda la documentación estaba en los archivos londinenses y también parisinos de los ministerios de defensas respectivos. Creo que el principal mérito de mi tesis es que arroja luz a un tema que se desconocía», afirmó Vilardell. Un modelo que no tuvo continuidad en las Islas, aunque sí algún antecedente: «El caso de las Poblacions de Jaume II en Mallorca, que son poblaciones fundadas en el Medievo bajo un sistema de planificación». Y otro caso del siglo XVIII, también menorquín, Sant Lluís, fundada por un ingeniero militar francés durante los ocho años de ocupación francesa de la isla.

Volviendo al presente, y comparando el modelo de desarrollo urbanístico de Eivissa con el de Menorca, Joan Enric Vilardell señaló que «allí somos un poco menos depredadores. El proceso de balearización en cuanto a consumo de territorio se da por igual en las tres islas, lo que pasa es que en Menorca hemos tenido la ventaja, la suerte o el milagro -por decirlo de alguna manera- de que empezó con una década de retraso en relación a Eivissa y Mallorca». Así, como escarmentando en cabeza ajena, Menorca tiene actualmente unas leyes de protección del territorio que abarca «hacia el 70% de la superficie de la isla; lo que se nota sobre todo en la conservación del campo».

Unas medidas proteccionistas que le parecen «muy necesarias» a Joan Enric Vilardell. «Hay algo importante en Menorca en relación al modelo de Eivissa, que el Plan Territorial Insular (PTI) ha prohibido absolutamente la nueva construcción de vivienda en suelo rústico. Es decir, el modelo de desarrollo ibicenco está expresamente prohibido allí», subrayó.

¿Y autopista? «No hay, gracias a Dios; aunque ya hay alguno que la pretende», concluyó Vilardell.

En «La Fundación de Georgetown» (hoy Es Castell), Joan Enric Vilardell no se ha limitado a explicar la génesis y la evolución urbanística de la localidad menorquina, un ejemplo «de coherencia formal y de respeto al territorio» cuando fue planificada en la segunda mitad del siglo XVIII por el ingeniero militar británico Patrick Mackellar, «sino que ha elaborado un auténtico tratado sobre las ciudades y las fortificaciones (con el castrum romano como antecedente) desarrolladas desde el siglo XVIII en todo el mundo por la ingeniería militar», según apunta el COIB.

Una trabajo que es el resultado «de una extraordinaria, paciente y minuciosa labor de investigación llevada a cabo a lo largo de diez años por archivos, bibliotecas y museos catalanes, ingleses y franceses (...) La tesis es un loable trabajo de búsqueda que llena el vacío documental que existe en los archivos españoles sobre Georgetown, lo que explica parte del desinterés sobre este núcleo histórico menorquín, sujeto hoy a poco escrupulosas intervenciones urbanísticas».