Llum Quiñonero abogó ayer en la Biblioteca Municipal de Eivissa por la necesidad de recuperar la memoria histórica. Foto: GERMÁN G. LAMA

JULIO HERRANZ

«En cierto modo, los que estaban en la calle lo pasaban peor que en la cárcel, porque no podían decir quiénes eran ni expresar sus ideas. Era una cárcel sin barrotes; en cualquier momento podías ser detenido; incluso por darte un beso en la calle». Con estas palabras Llum Quiñonero (Alicante, 1954) resumió ayer la situación reflejada en su libro «Nosotras que perdimos la paz», sobre el que ayer ofreció una conferencia en la Biblioteca Municipal, invitada por la asociación Dones progressistes d'Eivissa.

En la entrevista con este periódico, la escritora y periodista apuntó que el libro aborda «la recuperación de la memoria de las mujeres que lucharon a favor de la República, de las que resistieron la Dictadura y de nosotras mismas, que necesitamos no aislarnos ni crecer como si tales cosas no hubieran ocurrido». Circunstancias históricas en las que ser mujer era a veces un agravante. «En la Dictadura las mujeres perdieron todos los derechos y volvieron a una situación muy anterior a la de la República; no sólo el derecho al voto, sino a poder trabajar fuera de casa; dependían de sus maridos incluso para conseguir un contrato de trabajo, el carnet de conducir o el pasaporte», recordó Quiñonero.

Preguntada por la opinión que le merece la reciente negativa del Partido Popular a que se recupere la memoria histórica de lo sucedido durante y después de la Guerra Civil, por considerarlo revanchismo, la escritora fue bien explícita: «Eso es hoy ya algo imprescindible. No es ninguna revancha; es que en los 40 años de Dictadura fascista se ha educado a varias generaciones sobre la ignorancia total, cuando no la tergiversación, de nuestra propia historia y los principios democráticos más elementales».

Por lo tanto, Llum Quiñonero no sólo aboga «por la necesidad de recuperar la memoria de lo que fue la República, con todas sus luces y sus sombras», sino que cree que ello comporta asimismo «condenar la Dictadura». Y en cuanto a la opinión de que en la Transición la izquierda fue demasiado indulgente con la derecha, la conferenciante precisó: «Fue lo que pudo ser porque hubo 40 años de derrota total de la izquierda. Cuando acabó la Dictadura la izquierda se presentó en unas condiciones muy difíciles, que fueron las que hicieron posible una transición en la que no se les pidió cuenta a 40 años de represión. Por eso creo que es algo muy limitado decir que vamos a recuperar la memoria de nuestra historia. Lo que también hace falta es una ley de la memoria que al fin saque de las fosas comunes los asesinados en la guerra. ¿Qué menos que éso?», concluyó Quiñonero.